Pequeña

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Cuando América tenía 7 años la introdujeron a una terapia de música.

Le hacían escuchar diferente música de diferentes artistas, con el proposito de ver su reacción. Ciertas canciones alteraban a las voces haciendo que ella perdiera el control sobre sus acciones durante sus sesiones.

Había una canción en particular que hablaba de una chica que describía un lugar feliz; Donde pretendía no ser de este mundo, ella admitía tener una mente retorcida pero eso era lo que la mantenía viva cada día, para enfrentarse al mundo.

Las voces, que generalmente criticaban cada canción que escuchaban, hacían silencio al escuchar esta en especial.

América se encontraba en un avión viajando desde Seattle hacia California. Aparentemente, su familia se había mudado desde hace 10 años. Ella sabía el porqué de su mudanza. No, no lo hacían porque les encantaba California. Lo hacían para dejar atrás a todo.

Incluyéndola a ella.

América deseaba tener un lugar como el que discribia la cantante... Donde sus voces fueran aceptadas.
Donde ser lo que es no fuera algo malo.

Al lado derecho de ella, en el avión, se encontraba uno de las enfermeros que atendian en el centro psiquiátrico y a su izquierda se encontraba una trabajadora social; Quiénes no paraban de observarla.
Las voces se encontraban tranquilas, comentando muy poco, sobre la sensación de ir volando, en un avión.
América, cerro los ojos, tratando de relajarse; Lo necesitaría.

Despues de un tiempo, se encontraban en una camioneta, dirigiéndose a su nueva casa.
América se encontraba nerviosa, no habia visto a su hermano desde el dia en la comisaría que los separaron, para llevarlos a diferentes locaciones; ¿Como se veria ahora? ¿Tendría barba? ¿Tendria novia? ¿Seguiría con su sueño de ser pintor? ¿Seguiría expresando ese cariño por ella, el mismo que el la hacia sentir en sus cartas?
Y su madre... El último vivido recuerdo que tiene es el de ella tirada en el suelo siendo maltratada por su padre...
Ella no le pudo ver desde entonces.
Sin embargo, ella jamás se digno en escribirle, durante todos estos años.
"¡La salvamos! ¡Ingrata! ¡Maldita! "
Comentaron las voces.
-Callense. -dijo en un tono en el que solo ella pudiera escuchar.

Llegaron a una urbanización muy normal...
Se parecía un poco en donde vivian antes.
Pararon en una casa de color crema.
Nerviosa. Ansiosa. Feliz;
Esos eran los sentimientos que América estaba sintiendo en esos momentos, en cuanto se bajo del carro y camino hacia la puerta. La trabajadora social, llamada Magda, toco el timbre,...
Nadie contesto.
"¡No nos quieren aquí!"
Gritaron las voces.
Al pasar un par de minutos, nadie contestaba, América empezaba a pensar que lo que las voces decían era cierto, pero antes de que las lágrimas le llenarán los ojos, abrieron la puerta.
Se encontro con una mirada muy familiar.
-¡Dame un abrazo pequeña! -Dijo su hermano abriendo los brazos para recibirla.
América aceleró su paso, abriendo sus brazos, a la vez que subia los escalones; estrelló su cuerpo con el de Charles, haciendo que por un momento perdieran el equilibrio, recibiendo el calor que el emanaba.
Fueron cuestión de segundos en los que la mirada azulina de América se lleno de lágrimas de felicidad. Habian pasado tantos años...
Su hermano se separo un poco, para verla a la cara, con su mano izquierda acuno la mejilla de América, limpiando las lágrimas que derramaba.
-No llores pequeña- Dijo riendose un poco-. Ya estas en casa, con nosotros.
América se rio un poco. Aprovecho para ver mejor a su hermano, cuanto habia cambiado.
Tenia los mismos ojos azules, iguales a los de ella, todavia se le notaba el hoyuelo en su mejilla derecha, no tenia barba ni bigote, sus otros aspectos seguian casi iguales... Mas varoniles; su cabello, a diferencia de ella, era de color negro azabache, lizo, ahora lo tenia peinado hacia atras.
Pero seguía siendo su mismo hermano. La única persona que no la hizo sentir completamente sola.
-No estoy triste -Dijo América dirigiéndose por primera vez a Charles-. Estoy muy feliz. Nunca pense que lo lograría...
-Pero lo hiciste y estoy muy orgulloso- Dijo dandole un beso en la coronilla de la cabeza-. Ahora entra, esta es tu casa.

Se separaron, y mientras su hermano dejaba a los otros dos individuos que la acompañaban entraran a la casa, América admiro a su alrededor, tratando de secar sus lágrimas.
La casa era nítida, muy limpia, despues de pasar el recibidor estaba la sala de estar, América camino hacia donde se encontraban unos marcos que parecian fotos, en una mesa de color negro, alta,cerca de una de los sillones, pero para su sorpresa no habian fotos, solo recortes de poemas ilustradas.
"No querían fotos tuyas alrededor"
Las voces comentaron.
-Pero ¿Porque no querrían poner fotos de mí?- Dijo agarrando uno de los marcos.
"Así nadie sabría de ti..."
"Nadie preguntaría por que no estas con ellos"
"Sería mas facil olvidarse de ti..."
-¿Te gustan?
Esa voz femenina provenía de alguien que estaba detras de América...

ANTES DEL FINWhere stories live. Discover now