Intentaron frenarme, me dijeron qué debía hacer en todo momento, dónde ir, a quién conocer, qué no hacer. Me explicaron cómo tenía que ser físicamente, e intentaron que pensara como ellos; entendí el problema que existe hoy en día, no es la sociedad, ni los cánones, ni los estereotipos, ni ninguna parida así: es cómo todas las personas se escudan mediante la ignorancia porque saben que es el mayor sinónimo que hallarán de la felicidad. Nos alojamos en un un planeta donde aquel que te dice las verdades más dolorosas es aquel en quien más confías, porque la mentira solamente te conduce hacia un camino, también llamado utopía, que algún día acaba y te metes el batacazo de tu vida, estampada en la pared, o sencillamente sin saber qué hacer. Al final, el sentido común es el menos común de los sentidos. Fui lo que quisieron que fuera, hasta di cuenta por motu propio, ya que no hay otra forma de verlo, de que yo no era así, de cómo día a día me habían dicho una mentira hasta que me la acabé creyendo o de algo tan simple como el hecho de que tenía la mente llena de la basura que me habían injertado mientras trataban de volverme una persona común, corriente, decente. Entre tanto, pensaba en aquel que admiró la belleza y la etiquetó creando los estereotipos de lo que es válido o no y qué logros se le atribuían para que todos decidieran imitarle. Dejadme decir, que es la locura, la que todo lo cura. Pero, si tú optas por no destacar, por ser lo que quieren que seas, pasarás a ser un pez más en una corriente marina, que pasa por vorágines impetuosas, que te arrastrarán hacia una muerte sentre masas y más masas iguales, que no saben lo que es vivir, porque ellos solo sobreviven. El ser humano ideó la libertad antes que las cadenas, abandonando leyes y condenas, hasta que un día, nos sometimos a ellas e hicieron con nosotros lo que les dio la gana, por eso, estamos tan jodidos. Y así, es como me saco la venda de los ojos para empezar a darme cuenta de cómo es el mundo, de cómo muchos ven la vida gris porque su pañuelo es de ese color, y de cómo muchos otros se lo quitan, pero al ver la triste realidad prefieren volvérselo a colocar.
