Capítulo 3.

29 4 1
                                    

No podía ser. ¿Qué hacia el aquí? No podía ser Ryan, tenia que ser Jack.

Nos quedamos por unos segundos mirándonos hasta que el habló.

-¿Puedo pasar?-me preguntó.

-Si has venido a molestarme, vete.-le espeté.

-¿Por qué Melany te ha llamado así?

-Mira Jack, no tengo ningunas ganas de hablar, quiero que tú y la estúpida de tu novia me dejéis en paz. Aguántala tú porque no quiero que me vuelva a hacer la vida imposible otra vez más. Así que si tienes un poco de corazón, te alejaras de mi. Te alejaras de mi para que la grosera de tu novia me deje vivir mi estancia en la Universidad tranquila.-le grité.

Se quedó boquiabierto. Supongo por lo de la vida imposible.

-¿A qué te refieres con lo de la vida imposible?-habló en un tono duro.

Lo sabía, pero era algo que no le iba a contar. Si quería que Cerda-Melany me dejase en paz, no tendría que tener contacto con el.

-Aléjate de mi.-le espeté y le cerré la puerta en las narices.

Me apoyé en la puerta y me senté lentamente en el suelo. Me eché las manos a la cabeza y me estiré un poco del pelo.

Le envié un mensaje a Ryan de que comía en la cafetería ya que eran las dos del mediodía, el me contestó que iba para la cafetería.

Me peiné un poco, cogí las llaves y salí de la habitación. De camino a la cafetería, no podía parar de pensar en Jack, en porqué le había dicho eso, pero era lo mejor para mí. Aunque no nos unía ningún tipo de vínculo.

Cuando me encontré con Ryan, fuimos a por la comida y de repente vi como se acercaban Rose, su novio y Jack. Jack tenia mala cara, se le veía furioso.

-Hola chicos. Esta noche dan una fiesta en la casa del lago. Es una casa que está a una media hora de la residencia. La tienen comprada entre varia gente y uno de ellos es Jack. Me preguntaba si queríais venir.-dijo Rose.

-Será divertido.-dijo Erick.

-Bueno, no sé... ¿Tú que opinas Ryan?-le pregunté.

-No opino nada Ju, porque desgraciadamente tengo cena familiar.-me dijo.

Oh no. Entonces no iría.

-Si no va su amiguito, no creo que vaya la muy mojigata.-espetó Jack.

Será grosero. Ahora voy a ir, solo para fastidiarle.

-Pues si. Si que voy a ir, me han entrado unas ganas así de repente.-vacilé.

-Perfecto, nos vemos en la habitación.-dijo Rose.

Se fueron y fue Ryan el que empezó la conversación.

-Se nota muchísimo que hay un pique entre vosotros.

-Después de que me hubieses dejado en la cafetería ha venido a mi habitación.-le dije.

Abrió los ojos como platos.

-No pasó nada le dije que si tenia un poco de corazón que se alejase de mi para que la Cerda-Melany no me hiciese la vida imposible otra vez.

-¿Y te preguntó por qué lo de la vida imposible?-me preguntó.

-Sí, pero le eché. Supongo que por eso está enfadado.-le dije.

Se empezó a reír y me llamó burra.

Pasó un rato y ya íbamos por el postre.

-¿Te puedo hacer una pregunta?

-Sí, dime.

No soy una de esas.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora