Esto le paso a un niño español, que vivió en Madrid la de su infancia. Pero resulta que hacia mediados del año 1987 cuando el apenas tenía 9 años, una tía suya que vivía en Barcelona falleció y le dejó como herencia su casa a la familia. Poco tiempo después el, su madre y su padre se mudaron hacia Barcelona a la casa que se ubicaba en el corazón del barrio L'Hospitalet.
Era un edificio grande con aires antiguos y estaba completamente amueblada. Había muchas cosas de la tía del niño , pero había una cosa que llamo mucha la atención del niño, era una colección de viejos juguetes. Algunos estaban en mal estado, otros oxidados, pero había uno con el que el niño se encariño que era un muñeco de madera, era un payaso de unos cincuenta centímetros de altura, más o menos...
En la parte de atrás de la Cabeza del muñeco había unas letras"EM" que estaban casi tapadas por el pelo. Por eso mismo es que le decide llamar Emi al muñeco.
El niño jugo mucho con este juguete hasta la noche en la que decidió llevárselo a su habitación. El hecho es que aquella noche se sentía un poco raro.
Tal vez era por la nueva casa y el cuarto nuevo, o la oscuridad, o la tormenta que se avecinaba. Pero lo cierto es que se sentía muy inquieto y temeroso por algo que no sabía que era pero lo presentía.
El padre cuando lo fue a despedir le dijo que no durmiera con que ya había jugado todo el día y que se merecía un descanso y aparte que el niño ya era grande para dormir con juguetes en la cama, así que se lo quito y lo recostó sobre un mueble que estaba cerca de la cama.
Cuando el Padre se despide por fin y apaga la luz el niño comenzó a sentir un mal pensamiento y todavía la tormenta empezaba a hacerse más grande con relámpagos y truenos.
De pronto al niño le apareció haber visto pasar una sombra a toda velocidad junto a los pies de la cama, sobresaltado el niño se incorporó e intento prender la luz, pero, ésta, por una misteriosa razón no funcionaba. El niño intentó quedarse escuchando a ver si escuchaba algo pero cómo no soporto la tensión empezó a gritar.
Poco después llego el padre medio dormido y desconcertado, prendió la luz y le pregunto qué había pasado, el niño le explico pero, el padre no le dio importancia ya que creyó que era una pesadilla.
Cuando el padre se fue y apago la luz nuevamente el niño se levantó y fue a buscar a Emi para sentirse más seguro.
Recordando la habitación y buscando el muñeco en la oscuridad por donde el padre había dejado a Emi, el niño fue y se llevó una sorpresa Emi no estaba en el lugar primero pensó que el padre se lo había llevado sin que él se haya dado cuenta pero de camino a la cama sintió que algo le rozaba el talón.
Pensó que era algún juguete tirado que el mismo había dejado. Pero se sintió una risa desde algún rincón del cuarto, alguien se estaba riendo, el niño acelero y se arropo en su cama tapándose todo, hasta los ojos que giraban para todos lados haber si veía algo.
Ya sospechando de que era su muñeco Emi, un relámpago ilumino la habitación y ahí fue cuando el vio a Emi riéndose e incorporándose, fue avanzando lentamente hacia la cama, el niño no demoró en reaccionar y grito nuevamente cuando el muñeco ya estaba a punto de alcanzar al niño agarrándose del respaldar y estirándose para agarrarlo.
Ya no era su mejor amigo, las miradas del muñeco eran horribles y se notaba que no venía amistosamente.
Nuevamente llega el padre, e inmediatamente Emi se tira y queda nuevamente como un muñeco normal. El padre le pregunta que pasaba pero el niño no le pudo explicar bien con el miedo que tenía, y además no le iba a creer.
El padre lo retó, y le dijo que iba a la cocina a buscar una vela para iluminar el cuarto. El niño estaba aterrorizado y paralizado lo único que hizo fue quedarse mirando seriamente al muñeco, no le daba para salir corriendo. Nuevamente Emi comenzó a girar su cabeza hacia el niño, lentamente y pausadamente Emi giraba su cabeza, abría los ojos y la boca, y el relieve de sus cejas era una expresión maliciosa.
Luego de esto Emi se incorporo y otra vez comenzó a caminar y trato de agredir al niño arrojándose sobre él sin dejarle oportunidad para defenderse. Al sentir nuevamente los gritos de su hijo el padre volvió a la habitación esta vez con una vela y ahora si pudo ver, que su hijo estaba tirado en el piso con el muñeco encima pegandole y agarrándolo de los pelos e intentando estrangularlo con sus pequeñas manos de madera. El padre le saco el muñeco de encima y lo tiro con todas sus fuerzas por la ventana, sin ver donde cayo.
El niño le pido para dormirle en su cama osea en la cama de los padres y este acepto por lo ocurrido. Al otro día salieron a preguntar sobre esto a los vecinos de allí y recibieron unas cuantas respuestas.
Resulta que el muñeco era de una mujer llamada Enriqueta Marti, una poderosa dama en los siglos XIX y XX. Y que en su vida privada había llevado acabo algunas practicas escandalosas que sembraron de horror la ciudad en 1912. La conocían como la "Bruja de Barcelona" ya que se vestía de pordiosera y salia a la calle con juguetes para atrapar niños de la calle, y que el mas especial de esos juguetes era Emi ya que a muchos niños le gustaba. Lo que se dice es que esta mujer atrapaba niños para beber su sangre y que se bañaba en sangre humana, en especial la de los niños. Esto supuestamente era para la eterna juventud. Y por eso las iniciales EM en el juguete.