Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero [Editada]

5.

Ayer después de que acompañé a Lucy por la taza de chocolate regresamos a nuestra habitación y la arropé, al poco rato cayó dormida. Vi que Susan no estaba así que supuse que seguía hablando con el profesor.

Me dispuse a acostarme con Lucy pero se abrió la puerta interrumpiendo mi acto y para mi sorpresa era Susan. Esta se sorprendió al verme despierta pero sin hacer ruido se fue a mi cama.

Rápidamente apagué la luz y me fui con ella a acostarme. Estábamos a oscuras y así me platicó lo que había pasado. Discutimos un rato de eso pero no llegamos a ninguna conclusión ella se rehusaba a creerle y yo por mi parte quería créele.

Un rato después nos encontrábamos charlando de cosas como nuestras familias, gustos, chicos y muchas cosas más hasta que nos quedamos dormidas.

(...)

Hoy era un día hermoso, el sol brillaba y el viento soplaba refrescando la mañana. Nos encontrábamos en el jardín del profesor jugando baseball, bueno Susan, Peter y Edmud jugaban mientras Lucy y yo estábamos sentadas bajo un árbol viéndolos jugar mientras Lu me trenzaba el cabello porque al parecer Lucy estaba enojada con todos menos conmigo.

Era el turno de Edmund para batear, Peter le lanzó la pelota y para nuestra sorpresa Ed la golpeó demasiado fuerte y en la dirección a la casa que la pelota terminó estrellándose en una ventana. Después de estrellarse se escuchó algo callándose. Asustados todos corrimos a la mansión a ver que se había caído.

- ¿Ed cómo pudiste?-dijo Peter observando el desastre que se encontraba en el suelo.

-¡Tú me la lanzaste!-exclamó Ed.

Peter y Edmund empezaron a pelearse mientras Lucy y Susan veían preocupadas la armadura. Por mi parte yo me acerque a la ventana a ver mejor el agujero que dejó la pelota.

¡Cielos sí que le pego con ganas!

-¡¿Qué fue ese ruido?!-el grito de la Sra. Macredy se escuchó en toda la casa.

-Corran-dijo Susan subiendo la escalera seguida de Lucy y Edmund. Peter al ver que no me moví tomó mi mano y juntos corrimos siguiendo a Susan. Básicamente corrimos por toda la casa abriendo puertas buscando un lugar donde escondernos, unas estaban cerradas otras ni las abríamos porque escuchábamos los tacones de Macready cerca.

Al final terminamos en la habitación del ropero, Lucy cerró la puerta y Edmund corrió al ropero.

-¿Qué esperan?-nos apuró.

Todos dudamos y miramos de manera extraña a Ed pero los tacones de Macredy se escucharon afuera de la habitación y asustados todos corrimos dentro del ropero.

-Edmund me estas pisando-me queje mientras trataba de abrirme paso por los abrigos.

-Deja de empujar Lucy-dijo Susan.

-Es Peter-exclamó indignada.

-____ me estas aventando- dijo Peter.

Fue un completo caos ahí dentro pero al final caímos en algo ¿frio? Sorprendida quise pararme pero algo me lo impidió, voltee a ver a mi mano y esta estaba entrelazada con la de Peter. Avergonzada la aparté y lo miré, el solo me sonrío.

Juntos nos levantamos y me di la vuelta, para mi sorpresa un bosque completamente blanco a causa de la nieve es lo que veía.

-Imposible-dijo Susan igual de sorprendida que yo.

-Tranquila apuesto a que es solo tu imaginación-le contestó Lucy con una cara de "se los dije".

-Supongo que decir que lo siento no es suficiente-dijo Peter avergonzado.

-No, no lo es-le respondió Lucy- pero tal vez esto si-dijo lanzándole una bola de nieve a su hermano.

Susan y yo nos separamos para recoger nieve y empezamos a aventarnos bolas. Todos nos aventábamos y nos reíamos hasta que Susan le lanzó una a Edmund y él no lo tomó de la mejor manera.

-¡Ya basta!-exclamó enojado Edmund.

-¡Eres un mentiroso!- le dijo Peter

-¡Tú tampoco le creíste!-le contestó Ed.

-Discúlpate-le pidió Peter.

Edmund se quedó callado y volteo a ver a su hermana menor.

--¡Di que lo sientes!- le ordenó agresivamente Peter.

-¡Peter!-lo reprendí tomándolo del brazo. Este se calmó.

-Ya oí. Lo siento.

-No importa-dijo contenta Lucy.

-Deberíamos irnos-sugirió Susan mientras se frotaba los brazos.

-¿No quieren conocer el lugar?-preguntó Edmund.

-Que Lucy decida-dije poniéndome a la altura de Lu.

Los ojos de Lucy se iluminaron- ¡Vamos con el señor Tumnus!

-Así será-confirme.

Peter tomó unos abrigos del ropero y nos dio uno a cada uno y cuando estuvimos listos empezamos a caminar por la nieve hacia la casa del fauno amigo de Lucy. Caminamos unos minutos guiados por Lucy hasta que pudimos divisar una puerta que había sido tirada.

Lucy de inmediato se echó a correr hacia la casa, todos la seguimos.

La casa estaba destrozada por completo. Los muebles estaban volteados, había vidrios por todos lados en pocas palabras era un total desastre. En una de las paredes había una nota Peter al verla la tomó.

"El fauno tumnus está bajo arresto por alta traición contra su majestad imperial. Jadis. Reina de Narnia. Por asilar enemigos y por fraternizar con humanos. Firma Maugrim Capitán de la policía secreta.

Larga vida a la reina"

-Creo que deberíamos irnos-dije un poco nerviosa.

-¿Pero qué hay del señor Tumnus? ¡No lo entienden él está en problemas por ayudarme a mí! - exclamó Lucy.

Lucy estaba alterada y Peter trataba de calmarla, Edmund estaba viendo el lugar y Susan y yo estábamos nerviosas. El ambiente estaba tenso hasta que un pájaro nos dijo "ptss" confundidos todos salimos de la casa.

En cuanto salimos unos ruidos empezaron a escucharse, Susan y Lucy se abrazaron a Peter y yo a Edmund. De un arbusto salió un castor todos nos relajamos al instante pero eso no duro pues el castor hablo.

- ¿Lucy Pevensie?-preguntó apuntando a Lucy.

Lucy confundida asintió.

El castor le tendió un pañuelo -me lo dio antes de que lo arrestaran.

-¿Dónde está?-preguntó triste Lucy.

-Vengan conmigo-nos dijo el castor.    

...

¡Ya están en narnia!

Espero y les esté gustando

No olviden votar.

XOXO

[Editada el 21 de mayo del 2017]