En lo profundo de las catacumbas de los Monjes Capuchinos en Sicilia, en el interior de un ataúd de vidrio pequeño yace el cuerpo de la pequeña Rosalía Lombardo. Cuando murió en 1920 de una neumonía, su padre, el general Lombardo, estaba devastado. Él buscó los servicios del italiano embalsamador Alfredo Salafia para que preservara el cuerpo de ella. Él uso de una mezcla de productos químicos, incluyendo formalina, para matar las bacterias, sales de zinc para petrificar el cuerpo y sus órganos, alcohol, ácido salicílico y glicerina. El resultado final fue nada menos que extraordinario. El cuerpo estaba tan preservado que se ha llegado areconocer como "La Bella Durmiente".
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No leas en voz alta
HorrorEste libro es una copilacion de creepy pastas. No son escritas por mi sino que son creepys que encuentro o que me mandan.