[(6) Diabla]

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Viñetas Navideñas.
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[...]

-"Maldición, esa niña no se cansa o qué".
Pensó Sesshomaru irritado.

-Sesshomaru ¡ayudame! que Kyame ya viene.
Dijo Inuyasha.

-Hmp...

Ya era tarde no pudieron escapar...

La adorable Kyame iba por ellos.

-Emmm, Tío, Papá, podrían venir...es hora de pagar.
Se oyó la dulce voz de Kyame.

[...]

-...Gracias por ayudarme Miroku-San.
Dijo Kagome al ex-monje.

-Siempre será un placer venir a ayudarle, mi Lady, y más aún que la navidad me ah llamado la atención.
Se excusó el monje.

-Muchas gracias Miroku.

-Oh mire ahí viene Yukimaru.

Así era, ahí venía el pequeño príncipe del oeste vestido como un angelito.

Un muy enojado angelito, a quien no le gustaba vestir asi

-Madre...señor Miroku.
Saludó cortésmente el pequeño.

Kagome grito de emoción y se lanzó a abrazar a su hijo.

-Oh que tierno te vez Yuki eres tan adorable....por lo visto Kyame logró su cometido.

-Madre, no, me asfixias ayuda....
Suplicaba el pequeño.

-Mujer matarás al niño que no lo vez...
Habló Sesshomaru.

-Papá....

-Lord Sesshomaru...

-Sesshomaru eres tu...

Pues veamos Sesshomaru perdio una apuesta con su sobrina el e Inuyasha perdieron.

Así es Sesshomaru venía vestido de ángel; grandes alas plateadas, una impecable túnica blanca, con una listón dorado.

Y claro no olvidemos la gran aureola dorada que coronaba su cabeza.

-¿Que le paso mi señor?.
Preguntó Kagome mientras daba vueltas al rededor de Sesshomaru.

-Mujer la respuesta la tiene tu sobrina....anda vamos al despacho.
Explicó Sesshomaru.

-Bien.

[...]

-Yo digo que te vez guapo cómo ángel, te sienta.
Le dijo Kagome mientras acariciaba su pecho suavemente.

-Me veo ridículo.

-Mmm espera ahí ya vengó...

-Hmp como sea.

[...]

Después de un momento, Kagome tocó la puerta.

-Sesshomaru mira no es ridículo es lindo.

Kagome entró al despacho de Sesshomaru vestida de Diablita.

Una falda corta roja, una camisa de tirantes roja escotada en forma de "v", que dejaba ver un poco demasiado sus senos, unos tacones rojos de 9 cm, que estilizaban sus largas piernas, no olvidemos unas alas de murciélago, su cola de diablo y sus cuernitos.

-Kagome...

-Quisiera hacerle cosas muy malas a este angelito.
Dijo Kagome acostando a Sesshomaru en un sillón y subiéndose a horcajadas sobre el.

-Grrr Kagome...
Gruñó Sesshomaru al sentir a Kagome moviéndose sobre el.

-Dejarías que te lleve el diablo, mi ángel...
Susurró Kagome en el cuello de Sesshomaru mientras lo lamía.

Sesshomaru estaba extasiado y sin pensar respondió:

-Llevame diabla-rugio Sesshomaru...

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Continúen leyendo.

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