30 dias sin El

LONDRES!

*Narra Sam*

No es que tenga calculado cuanto tiempo dura un viaje de Seattle a Londres, lo único que sabia es que al abrir mis ojos aun era de madrugada, Verónica acomodaba sus cosas igual que la hija de Matt, bosteze ligeramente cubriendo mi boca con ambas manos, Verónica me invito a levantarme y bajar del avión-

Verónica: estamos en Londres -dijo sonriendo mientras rascaba sus ojos-

Sam: lastima que sea por asuntos de trabajo -respondí con toda la pereza del mundo sobre mi-

-después de esto ninguna de las dos dijo mas, estábamos tan cansadas que apenas y podíamos caminar, finalmente bajamos y entre tanta gente iendo de un lado a otro, no encontrábamos a Matt ni al señor Madox, por un momento creí que nos habían dejado pero logre ver a Camille, y junto a ella estaba su padre, Verónica tomo mi mano y me hizo caminar mas a prisa hasta llegar con ellos, no queríamos perdernos en un aeropuerto, El señor Madox nos señalo que era tiempo de ir al hotel que habíamos reservado, uno muy cerca del aeropuerto de eso nos habíamos encargado Vero y yo-

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Verónica y yo teníamos la misma habitación, lo cual no me molestaba nada, es mas me agradaba la idea de estar con ella todo el tiempo durante estos 10 días Vero recién salia del baño y yo ya estaba casi lista para lo que nos esperaba la primera junta de negocios pero gracias al cielo lo de hoy estaba mas que planeado desde hace días y esto no nos daría problemas-

Verónica: Mira -abrió la cortina de la ventana- Londres es hermoso.

Sam: lo se -me acerque por detrás con un cepillo en mis manos-

Verónica: iremos a dar un paseo no? Cuando tengamos tiempo?

Sam: no voy a perderme de dar un paseo por acá -pase el cepillo por mi cabello-

Verónica: Se nos hace tarde en 1 hora es la reunión de estos ancianos y yo aun no termino de vestirme -dijo corriendo a buscar su ropa-

Sam: apresurate -dije poniéndome mis zapatos-

-Verónica, se vistió lo mas rápido posible para llegar a tiempo ala entrada del hotel antes de que los señores Madox y Carrington bajaran, por suerte Camille no les acompañaba al menos estaría en paz por la mañana, Estos señores me daban sueño, era como si tuvieran la boca sellada, al menos era lo único que tenían sellado ya que el viejo Carrington no paraba de verme de una forma despreciable, sus ojos se clavaban en mi como agujas profundas quería gritarle que dejara de verme pero solo lo ignore o eso intente durante todo el viaje, al llegar a nuestro destino en la recepción los anunciaron como los inversionistas extranjeros, Estos viejos no tenían nada mas que hacer, no se conformaban con el dinero en el se pudrían, y buscaban la forma de tener mas de una imprenta pasarían a  ser socios de una cadena de hoteles que por cierto el dueño era un primo de el señor Madox quien mas influencia tenia por todos lados-

Matt: William, -dijo, en toda la mañana fue el primero que se digno a hablar-

Madox: que pasa? -dijo este, con un rostro serio-

Matt: Crees que salga bien? -pregunto, podía ver lo nervioso que estaba-

Madox: tranquilo, -sonrió amargamente-  todo estará bien.

Sam: Vero -susurré-

Verónica:  que? -dijo en el mismo tono-

Sam: ellos me dan nauseas -dije sonriendo-

Verónica: callate van a oírte -me regaño-

-después de varios minutos de esperar un chico apareció, con unos papeles en sus manos,  no le preste tanta atención ya que el se puso a hablar con mi jefe y el de Verónica-