Gente, sucesos y opciones no tan deseadas...

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2:50PM:

''Agente 5344-F reportando finalizada la misión: Caza de traficantes en las redes de la empresa. Pido autorización para regresar a mi casa.''

- ''Permiso aceptado, Sr.Benedo.''

5:00PM:

Marco tan rápido como puedo en el fichero de mi celular. La señal en el Reino Unido es de dioses.

- Estás vivo, tal parece. (Escucho el fuerte rugido de un motor de auto)

- Vivo y con fuertes ganas de sentir las vibras de Inglaterra... y de las mujeres. Pero ese asunto lo trato con tu hermano.

- Ese está en crisis, no creo que ayude mucho en ese aspecto estos días.

- ¿No jodas con que preñó a una?

- Fíjate, pudiera ser cierto... en todo caso IJP no aceptarían la invitación ni anunciación a ser ''tíos''.

- Siempre he pensado que mejores siglas no pueden poseer. IJP. ''Hijos de Puta''.

- Cabrón, ellos rastrean nuestras llamadas...

- ¡Que se joda!

*Llamada entrante: IJP*

- ¡Linda Betty Boop! Si supieras que cada vez que me llamas me vibra la vida con tu voz... (Quiero vomitar)

- ¡Agente, por Dios! ¡No me diga esas cosas por las líneas gubernamentales!

- Entonces... proponga por donde se las dicto... Aunque se me ocurre que por las líneas de su sostén.. O por las ganas que tiene de que se lo arranque y la haga mía sobre el escritorio donde trabaja.. No sé si esté ocasionando situaciones imprudentes en su cuerpo en estos instantes... (Intento pensar en cualquier cosa, porque cualquier cosa es menos desagradable que imaginarme con Betty en una cama. Una mujer cincuentona, siempre descuidada del mal olor y mal arreglo que posee, habladora de cosas que ni me importan, virgen. Me sube nuevamente el buche.)

- ¡Agente! La gerencia quiere verlo esta tarde. ¡Adiós!

- Si cuando te pones así de dificilita colgaras de inmediato, quizás te creería el berrinche, pero esperas a escucharme finalizar. Siempre te ha gustado el dominio mi bestia salvaje. Preciosa.

*Se corta la línea y vuelve Damián*

- Betty Boop. Cita.

- Jajaja.... Ella.

- ¿Nos vemos hoy? Salgo como a las 8.

- A esa hora ya creo que estaré fuera de casa de David, así que está bien.

- ¿A qué irás? ¿A llevarle condones mientras controla a sus tigresas en el transcurso de tu llegada?

- Jajaja no. Misión. El gato de él no tiene quien le cuide. En estos casos, el lado femenino de David es incontrolable y obvio. Jajaja

- Oye papi..... ese acento británico tuyo me encanta...

- Fuck you.

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Cada vez que nombran a un nuevo entrenador, aumentan los chances de celos, relaciones y sexo a escondidas en IJP.

Ahora mismo, éste no deja de mirarme los senos. No le pongo más de 25 años y Nichlaus está a poca distancia de ambos. Noto la mueca de disgusto en el rostro de Nic y es preciso que va a aumentar cuando se entere de que Mr. Fortachín me hará el examen general donde masajeará cada músculo en mi cuerpo.

- Está distraída agente Rebecca.

Golpeo fuerte su pectoral y ante su asombro responde.

- Está distraído usted, entrenador. ¿Aún no se aprende los números de cada agente? Agarro mi toalla y mi botella de agua y me encamino a la sala de examinaciones. Él me sigue.

- ¿No se supone que le faltan 105 abdominales para finalizar el entrenamiento?

Dios amado. Este hombre sí que es novato. Respondo rayando en los límites de la crueldad y el sinismo.

- Aquí ningún entrenador hace más que supervisar, no ordenar. Cumpliré, de eso no tenga duda.

Me siento en la camilla de una de las pequeñas salas de examinaciones de IJP, y mientras Roberto Andrés (Pude leer su ID) se prepara para examinarme poniéndose batas y guantes, me preparo para una de las pruebas que más detesto. Por una de las paredes por las que puedo observar todo lo que pasa en el gimnasio, pero la vista está bloqueada de ellos a mí, puedo ver a Nichlaus golpeando con coraje los sacos de boxeo. Volteo mi mirada nuevamente a Roberto y coinciden nuestras vistas. Se queda mudo, perplejo ante mi silueta totalmente desnuda. Está sin palabras.

- ¿ Eres alérgico a la Silicona?

Aclara su garganta, se acerca. No puedo evitar mirarlo, pero realmente sin dobles intenciones, es que es sumamente joven y muy musculoso. Aparto mi vista de él cuando me viene a la mente la de Nichlaus, pero vuelvo a sentirlo sumamente cerca y me atraen tres cosas. Primeramente el olor a perfume tan varonil que posee. Segundo, los latidos tan acelerados de su corazón. Y tercero, la erección tan fuerte que deja que sienta con mi rodilla. Ignoro con bastante éxito los hechos.

- Respire, Rebecca. (Y sé lo que viene)

Comienza a presionar fuertemente y con ambas manos mis senos. Los masajea fuerte, preciso, decidido a hacer bien su trabajo. Mi cuerpo en sus maneras sexuales responde a la perfección. Me toma dos minutos agradecer que lo sentimental no está enlazado en esto. Vuelvo a sentir a este hombre. Está sudando. Anota lo que sea que haya recopilado de esto y vuelve a mí.

Comienza a masajear mi cuello, me pide que lo mire directamente a los ojos. Alumbra mi vista. Vuelve a anotar en su libretita de expedientes. He pasado numerables veces por este proceso. Con una única y exclusiva diferencia. Acababan de modificar el reglamento de que en IJP los entrenadores y examinadores de hombres serían hombres y los de las mujeres, mujeres. Esta era mi primera vez siendo examinada por un hombre. Y faltaba la peor parte. ¿Cuánto estará sufriéndola Nic?

Me paro de la camilla. Roberto se acerca. Me mira directamente a los ojos. Se baja. Comienza a palpar desde mi punta de los pies, todas mis piernas. Llega a los muslos y comienza a hacerlo paulatinamente. Optemos por pensar que se debe a lo gruesos que son. Llega a la parte donde toda mujer detesta ser verificada. Esta no es una ocasión normal. En esta ocasión, este hombre me va a tocar y ambos parecemos saber que encontrará las manifestaciones involuntarias sexuales que mi cuerpo ha emitido en este cuarto tan pequeño, con un hombre riquísimo tocando todo mi cuerpo.

Y así mismo es. Abre enormes sus ojos, le brillan, y pretende creer que duermo en la mentira de que se tarda haciéndolo para que salgan mejores resultados. Se me escapa un pequeño gruñido cuando siento que introduce su dedo completamente en mi vagina. Mis senos reposan en su pecho. Palpa minuciosamente mis paredes vaginales. Repetidamente. Suspiro. Quiero que termine. Lo hace. Se retira lentamente, pero se queda aferrado a mí. Me susurra al oído:

- Excelente. Buena chica.

Fue el minuto más largo de mi existencia. Vuelve y anota. Me tranquiliza saber que ya estamos acabando. Miro por la pared. Ya Nic no está. Probablemente sus pensamientos, no tan lejanos de la realidad le vencieron. Siento a Roberto nuevamente a mi lado. Me acerco a él. Agarra mi cintura y me pega a su cuerpo. Agarra fuertemente mis nalgas, y palpa todos los huesitos en mi espalda. Llega a la nuca, sus dedos temblorosos le delatan tantas cosas. Enreda sus manos en mi cabello para palpar mi cabeza, llega a mi cara, mueve mis labios para ver mis dientes. Finaliza. Me mira nuevamente a los ojos con esos dos faroles azules. Con una mirada no tan cómplice, da por terminada la examinación. Aún noto la erección bajo su pantalón, logro volver a rozarla con mi rodilla. Me sonríe pícaro, lleno de deseos. Dios santo. Este hombre va a ser un verdadero problema.

Me pongo mi pantalón, apresurada agarro la camisa y me voy en sostén. Cumplí con IJP. Salgo de inmediato. Abro la puerta de un fuerte halón y me detiene la silueta de un hombre guapísimo, sin duda en espera de alguien, cuya mirada y vibras solamente reflejan el desborde de celos que siente por dentro.



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