Vivir con miedo...esa es mi vida.
La vida no es todo lo que uno espera, nadie vive para llorar, todos quieren ser felices aunque algunos no lo logran.Pero claro estaba que nadie quería hacerse cargo de una chica huérfana atormentada o al menos eso pensaba.
La vida está llena de sorpresas...
Deje mis pensamientos de lado al ver que alguien mencionaba mi nombre.
— Cristal ellos son tu nueva familia, La señora Rebeca y su esposo Lukas— hablo la superior mientras presentaba a la pareja.
¿Quién es tan loco para adoptar a una chica de mi edad?
Parece buenas personas.
Aunque eso pensé de los otros cuando era pequeña y me equivoque.
—Nos alegra conocerte al fin ¿eso es todo lo que vas a llevar? —dijo la señora Rebeca al notar mi pequeña mochila.
—Es lo único que tengo— dije sin interés.
¿Qué pensaba esa señora? Por obra y gracia del espíritu santo que hoy al menos comí y ella pregunta si esa es toda mi ropa, Dios...
Había algo que tenía que preguntar.
—Eso no importa, lo importante es que de ahora en adelante seremos tu nueva familia— dijo el señor Lukas.
¿Por cuánto tiempo?
— ¿Me van dejar ver a mi madre?— pregunte un poco preocupada.
Llevo una semana que no la veo por culpa de las reglas de alejamiento.
No me dejan ver a mi madre, ella es lo único bueno que me queda, la quiero y haría cualquier cosa para estar con ella a pesar de lo que ha pasado.
Mi madre es buena sólo necesita ayuda.
— Lo siento Cristal pero el juez considera que lo mejor es que no la veas hasta que ella vaya a un centro de rehabilitación— dijo la superior.
Necesito verla.
No voy a dejar que me alejen de ella.
—Es hora de irnos—dijo el señor Lukas.
—Nos vemos en una semana superior— dije sin pensar.
Rebeca y Lukas me miraron.
Me subí al auto con ellos.
— Sé que te llevarás bien con Broke—dijo la señora Rebeca.
— ¿Quién es Broke?— pregunte.
—Nuestra hija, ella al igual que tu tiene 16 años— dijo la señora Rebeca.
— ¿Y por qué despidieron adoptar a una chica de 16 y no a un bebe? —pregunte.
— La verdad es que es muy largó el trámite para adoptar a un bebe y como te das cuenta no estas dispuesto a esperar tanto tiempo— dijo el señor Lukas.
— ¿Y en que trabajan? — pregunte.
La verdad es que me daba curiosidad saber sobre la nueva familia.
— Rebeca es policía y yo soy contador— dijo el señor Lukas.
—Genial— dije antes de que agarrara con nerviosismo mi suéter para tapar totalmente mis manos con el.
Después de corto viaje llegamos a la casa de la pareja.
Una bonita casa y más grande a las otras casas que había visto.
Entramos a la Casa Blanca. Así la llamaré.
Y fui sorprendida por el toque o mejor dicho abrazo de alguien de manera rápida la alejé de mí al sentir como las imágenes pasaban por mi cabeza de manera violenta.
Mi respiración cada vez se volvía rápida, sentía fuerte latidos del corazón, la sequedad en la boca se hizo presente, comencé a entrar en pánico y mi cuerpo comenzó a temblar.
Las imágenes se sentían tan reales que nublaba la verdadera realidad.