Mire a Broke, esos chicos podrían ser dioses griegos pero estaba mal hacer cosas así.
—Típicos chicos de papis, muy lindos pero muy brutos—dijo Broke con molestia.
Sonreí con burla y comencé a caminar esperando que Broke me siguiera, quería alejarme de la multitud pero sentí como si alguien me observara, esa sensación también la había sentido varias veces hoy.
—Lo sé pero es su vida, Broke siento como si alguien me estuviera mirando pero no encuentro quien—dije mientras buscaba a mí alrededor pero al parecer toda la atención la tenía los niños ricos.
Ella negó y de inmediato hizo una mueca extraña al ver a alguien.
—Camina rápido que mi mamá está cuidando a los hijos del ministro—dijo Broke mientras trataba de ocultarse.
No le tome importancia a eso y solo seguí a Broke en silencio.
Emily
— ¿Por qué hay tanta gente? Quítense mocosos—dije mientras trataba de pasar entre el montón de chicas y chicos hormonales.
Choque con un chico que no reconocí al principio, el chico del autobús por su aspecto un poco femenino pero sin exagerar, en mi opinión su estilo lo hacía ver más atractivo sin importar lo femenino que parecía para algunos.
—Lo siento es que como están los hijos del ministro todo el mundo quiere tomarse fotos con ellos, porque todos adoran como maneja el gobierno su padre—comienza hablar el chico pelirrojo.
Su apariencia me parece familiar...como a la de mi amigo imaginario cuando era pequeña.
—Tenemos un gran gobierno. Por eso nos ha costado tanto dinero...—dije de forma sarcástica al salir de mis pensamientos.
El chico sonríe con cierto encanto que me gusta, parece una ternura pero algo me dice que este chico sobrepasa las expectativas.
—Muy cierto, soy Derek pero aquí todos me dicen "Marica" —Se burla de sí mismo de una forma muy peculiar.
De algo estaba segura, este chico no era gay pero le gustaba en el fondo que la gente creyera eso por la manera en la que no le dio tanta importancia a que lo insultara el autobús.
Las apariencias engañan...
—Es mejor que digan cosas malas sobre ti, a que no digan nada, eso dice una buena amiga, soy Emily—dije mientras suspiraba al recordar a mi única amiga, aunque no fuera de mi edad me entendía como nadie.
El chico me miro de una manera algo extraña que no supe identificar.
—Creo que ya te he visto antes...en el consultorio de mi hermano Arthur—dijo Derek un poco más bajo.
Lo mire sorprendida, no se parecía en nada a mi psicólogo, aunque este encanto de chico bueno...eso si lo tenían en común.
—Sí, se supone que tu hermanito debe ayudarme a ser normal —dije sin intención de contarle más nada.
Derek parecía muy chico pero lo acabo de conocer y uno nunca termina de conocer a las personas.
Además como le explicar que cuando era pequeña tenía un amigo imaginario que yo juraba que era real y también creía que este había matado a otro niño...todo lo que puede inventar la mente de una niña y peor aún que esto la llevara a un manicomio que solo conocían una manera para quitar la "locura" era con electroshock en la cabeza...de solo recordar me causaba miedo.
—La locura no tiene cura pero si aprendes a controlarla o guárdatela para ti mismo, Emily pareces una chica inteligente y eres hermosa así que recuerda siempre que todo pasa por algo y las cosas malas con el tiempo solo desaparecen. Me tengo que ir, aun no me inscrito, ten este es mi número, serias agradable hablar alguna vez, espero verte mañana y animo que la vida es hermosa—dijo antes entregarme un papel y de irse.
No sabía si estaba coqueteando o solo siendo amigable y la verdad que prefería la última, algo de su apariencia me inquietaba.
Comencé a caminar con más tranquilidad entre la multitud y de repente escuche mi nombre, me voltee buscando a la persona que había dicho mi nombre pero no había nadie, me estremecí antes de caminar más rápido, este lugar despertaba esa parte de mí que creía muerta...
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