Hoy desperté pensando que el mundo volvía a merecer la pena.
Entonces apareciste tú.
Con ese dulce olor a canela y esa sonrisa tan atractiva que lo echa todo a perder.
Un día te quise, pero hoy ya no sé si te quiero.
¿Se puede querer al que marcó tu corazón con fuego?
¿Se puede querer al que te maltrato con látigo de acero?
Sí, probablemente aún te quiero.
Dime que quieres volver y yo te obligo a hacerlo.
Pero tú no quieres volver y aún así yo te quiero.
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Lo que en silencio guardo
PoetryA veces me apetece refugiarme en el oscuro y frío mundo que crean mis propios pensamientos. A veces me apetece huir y esconderme bajo las sabanas de mi cama. A veces me apetece desaparecer. A veces me apetece escribir. Hoy me apetece empezar a compa...