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Narra Harry

Martes 12:34 p.m.

Me molestó un poco el hecho de tener que ir al hospital en mi segundo día de noviazgo con Louis, podría estar viéndolo y mandándole besos mientras lo veía jugar en el receso, pero el doctor nos había citado a mi y a mi madre porque según él, era importante.

—¿Styles, Harry? —Nombró una enfermera completamente vestida de blanco.

—Yo soy. —Levanté la mano en cuanto mi mamá y yo nos levantamos.

—Por favor, el Doctor Stoyanov los espera en su oficina, es la 114 en la pared de la izquierda, al fondo del pasillo. —Indicó y esbozó una sonrisa.

El estómago me volvió a doler, suponía que cada vez se hacía más intenso.

Mi madre y yo caminamos hacia donde nos había indicado la enfermera, por educación mi madre tocó la puerta antes de que entremos.

—¿Harry, cierto? —Dijo un hombre que aparentaba unos 50 años.

—Sí, buenas tardes.

—Buenas tardes, por favor, siéntense. —Indicó con una sonrisa un poco fingida.

—¿Qué es lo que pasa con Harry? ¿Por qué le duele de esta manera y vomita sangre en oportunidades? —Mi mamá preguntó, estaba más nerviosa que yo.

El Doctor Stoyanov suspiró. —Harry, ¿eres una persona valiente?

—Supongo que sí. —Le confesé, sabía que esto no traería buenas noticias, de ninguna forma.

—¿Cuántos años tienes? –Preguntó y le dio un sorbo a su botella de agua.

—Cumplí los 16 este año.

—¿Estás en último año de secundaria?

—No, se atrasó un año, no lo matriculé a tiempo. —Respondió mi mamá por mi.

El Doctor sólo asintió. —Odio ser el que da este tipo de noticias... Harry, señora ¿están calmados?

Ambos asentimos, sólo quería saber qué tenía y regresar a casa para reunirme con Gabriela y tal vez Louis. Además, sería lo mismo de siempre, sólo me recetarían pastillas.

—Para ser sincero, odio decirte esto porque sólo tienes 16 años, eres bastante joven, pero sé que serás valiente y no te dejarás caer por lo que te diré.

—Al grano, Doctor. Quiero saber qué es lo que tengo.

Sé que se trataba de mi salud, pero ese Doctor estaba haciendo un libreto completo.

—Cáncer de estómago, Harry. Una enfermedad mortal.

De pronto, mi mamá rompió en llanto y yo, no sabía que hacer.

Las palabra "cancer" entraba por mis orejas y se dirigía al cerebro para explotar y hacer un gran ruido.

—Bien. ¿Cuánto tiempo me queda? —Estaba en shock, trataba de mantenerme tranquilo.

—Está en última fase, yo te diría que disfrutes todo lo que te reste al máximo, te queda un mes, si te sometes a una terapia, tal vez alarguemos ese tiempo Harry...

—Cáncer... —Fue lo último que salió de mi boca.

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