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El reloj ya marcaba las 7:41 PM y Harry aún no pasaba por mi o me había escrito algo diciendo que tardaría.

Ya estábamos tarde.

Tal vez en el camino se encontró con alguien o no encontró su traje y por eso se demoraba.

Lo menos que quería era pensar que me había dejado ahí, en la noche más importante de mi vida solo, esperando por él con un traje puesto.

Las palabras y gritos de mi padre llegaban a mi cabeza como apuñaladas.

"¡Mierda, Louis! ¿No entiendes que nunca le importarás a nadie? Nadie querría estar con alguien como tú, mírate. No vales nada."

Él siempre me lo decía cuando le rogaba por el cariño que no tenía en casa, no tenía razón para decirme cosas así pero lo hacía.

Cuando el reloj marcó las 8:10 PM llegué a la conclusión de que había pasado, se había cumplido.

Harry me había dejado solo esperando por él la mejor noche de mi vida.

—Hijo de puta. —Decía mientras cogía uno de los cojines y mis lágrimas caían sobre este.

Jamás perdonaría a Harry por haberme hecho esto, me había mentido.

Él no me amaba.

Se había burlado de mí como todas las personas a las que había querido en mi vida.

Me dirigí a la cocina y me alcé sobre los estantes para sacar un sobre transparente con un polvo blanco de dentro, cocaína.

No la usaba porque sabía que era dañina para el cuerpo humano, sólo la consumía cuando había algo que en verdad me hería.

Tiré todas las cosas que estaban sobre la mesa sin importar que se rompan e hice filas de cocaína sobre ella.

Tapé un orificio de mi nariz e inhalé fuerte todo el polvo que había. Al principio raspó pero me fui acostumbrando.

Volví al sillón y me puse a llorar, volví a pensar en la causa que esté así: Harry.

Saqué mi teléfono y abrí la aplicación de WhatsApp, por donde hablábamos siempre desde el día en el que él comenzó a hablarme.

"Última conexión: 5:00 p.m."

Supuse que era la primera vez que no estaba conectado cuando le hablaba.

"Louis: Eres un desgraciado

Louis: Me dejaste solo el día de mi promoción.

Louis: Hablamos mucho de esto, lindo.

Louis: ¡Y la cagaste!

Louis: Eres un idiota.

Louis: No quiero que me vuelvas a hablar."

Al enviar esa cadena de mensajes tiré mi teléfono en un rincón de la casa, no tan fuerte como para que no se rompa.

Lloré porque yo amaba a Harry y él me dolía, había jugado conmigo y yo aún lo amaba a pesar de eso, quería que este conmigo disculpándose por no venir por mi.

Me quedé dormido a mar de lágrimas en el sofá. En un momento vi que Harry estaba sentado junto a mi, acariciándome la espalda pero, qué mas da, era un efecto de la cocaína o eso pensaba yo.

A la mañana siguiente, seguí todo como lo había dejado. Platos rotos por el piso, los cojines tirados y yo en traje.

Comencé a buscar mi teléfono, quería saber si Harry me había respondido. Luego de recordar que ayer había inhalado cocaína me di cuenta que tiré mi teléfono en un acto de furia.

Me acerqué a mi teléfono y efectivamente, tenía un par de mensajes de Harry, temía por leerlo, pero lo terminaría haciendo porque quiera o no, Harry me seguía importando tanto como siempre.

"Harry: Hola Louis.

Harry: Soy Anne, la mamá de Harry.

Harry: Necesito que vengas, por favor.

Harry: Tengo que decirte algo que Harry no te dijo.

Harry: Por favor, Louis, Harry esta muy mal."

Ahora sí que estallaba, Harry había mandado a su mami a decirme algo que él no me podía decir.

Aún así me asustó un poco por qué la mamá de Harry me hablaba desde su teléfono.

Me lavé los dientes, me vestí con algo que no sea tan formal y salí camino a la casa de Harry.

Él me necesitaba y yo a él.

WhatsAppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora