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Capítulo 8


Horas después me encontraba saliendo del hotel hacia el festival, eran las 4:20p.m y el festival quedaba a pocos minutos del hotel caminando, me coloco mis audífonos caminando en dirección a los prados que observaba, el folleto decía que debía pasarlos hasta llegar al molino así que camine entre ellos mirando con detalle cada tulipán que se me atravesaba.

A pocos kilómetros podía escuchar la música que  cada vez se hacía más fuerte, salte acelerando mi paso hasta ver a muchos artistas pintar él padro. Me concentré en buscar la melena castaña y ojos claros pero no encontré nada, recordé lo que dijo Rebecca sobre el lugar donde el sol no brillaba pero...en todos lugares brillaba el sol.

Me dedico a buscar entre las personas con lentitud, muchas personas se movían como si bailaran danza contemporánea, una chica soltó un gemido y trazó una línea despareja sobre el cielo de su pintura, volvió a gemir y clavó sus manos llenas de pintura en el lienzo. ¿Se masturbaba o tenía pensamientos muy eróticos? 


Sigo caminando entre los artistas extraños hasta ver un puesto de bebidas, me acerco a este y pedí una coca-cola junto con una cajita de cigarrillos, me doy la vuelta colocando el cigarrillo entre mis labios para encenderlo con un yesquero rojo que siempre llevaba conmigo, ya encendido le doy una fumada antes de seguir buscando a la chica.

A veces solía pensar que fumar era un gran escape de la realidad al igual que beber, podía ser o no beneficioso pero ¿la vida está basada en ser oportunista?

Me dirigí hacia un pequeño establo donde el sol no brillaba con tanta intensidad, entre buscando una pista o el cuerpo de la chica misteriosa pero solo encontré a un pintor de cabello rubio con algunos mechones azules claros, tattos en todo su antebrazo blanco y un pincel entre sus labios.


— Pinta todo aquello que te rodea y te hace feliz...–dice trazando unas líneas azules en el lienzo— Cada detalle debe ser especificado...–siguió hablando— y así obtendrás la pintura perfecta –retrocede dos pasos hacia atrás con una gran sonrisa.


Me acerce a la pintura observando que había pintado la entrada del establo frente al jardín de tulipanes y los pintores que lo rodeaban.


— El día glorificó –dijo orgulloso.

— ¿Y porque el nombre?

— Es un día donde podemos salir de nuestras cuevas y estar a la intemperie sin ser cazados por estúpidos revendedores de pinturas. Guardamos nuestro arte para nosotros mismos ya que al fin y al cabo todo esto es nuestro. –Se explicó aunque sonaba egoísta.


No me gusto aquella explicación del artista sonaba egoísta para mi. Yo creo que las buenas obras de arte deben ser mostradas al mundo para cambiar su perspectiva de la vida, tal vez muchos idiotas cagaran la hermosa cultura artística deseando llenar sus bolsillos de decenas de miles de dólares para sus vagos caprichos.

Ellos no entendían la magnitud del daño que le hacían a cada artista, a cada gota de esfuerzo que derramaban en esos lienzos tan magistrales.

El chico reaccionó a mi mirada extrañada y algo confundida, se dio la vuelta recogiendo el lienzo y una baúl pequeño lleno de pincel de colores y pinturas, camina a un lado de mi saliendo del establo y desapareciendo de mi vista.


¿Donde estaba ella? Me pregunté mirando todo el lugar, cual sinceramente era del asco, no comprendía qué quería ella conmigo o porque me hacía buscarla en distinta localidades.


Rendido me marcho por el camino en medio del paseo de tulipanes, no era el fin aunque me entusiasmaba poder saber que de todas formas estaría en el otro lugar... ¿Qué le diré? Tal vez un "Hola soy Collin West, el chico del museo estatal" pero sonaría muy tradicional, "al fin te he encontrado"  muy estupido. No lo sé, lo que le diré saldrá de mi como siempre.

...



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⏰ Última actualización: Dec 17, 2015 ⏰

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Nothing Last Forever. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora