Renato

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Seis amigos me miraban expectantes, esperando a que anuncie lo que tenía que decir. Esperanza no estaba. Sabina se sentía igual de ausente, Alma trataba de hacerla sentir querida, abrazándola sin parar. Will estaba en la punta más lejana, en su propio mundo, marginado por su propio cerebro. Joel, y Gonzalo parecían estar bien. Agustín, quien más me importaba, estaba en silencio, parecía tan presente cómo omnipresente, como si pudiera ver todo y a todos a la vez. Quizás él sería quien más me entendiera.
-eh... bueno, lo que pasa es...resulta que..- todo el mundo me miraba, me sentía muy cobarde, me estaba arrepintiendo.
No, tienes que hacerlo- dijo una voz dentro mío.
Me tapé los ojos y dije de una vez y rápidamente- soy gay-.
El silencio se expandió en la sala. Unos miraban a otros.
-Pues está bien- dijo Alma
-Lo sabíamos- dijo Joel
-Mientras seas feliz- dijo Will.
-Oh por dios, me imaginé esta conversación un millón d eveces, nunca creí que...- dije, pero fui interrumpido por Agustín
-Osea que yo era el único sin saber? Te...te atraen los hombres? Desde cuando?- sus ojos daban vueltas, parecía perdido.
-Vamos afuera- le dije

-Necesito tiempo- me dijo, mirando hacia cualquier lado menos a mí.
-Nunca pensé que tuvieras algo contra los homosexuales, especialmente tú-.
-No, es sólo que... tú, homosexual, es... muy... No sé, no se porque me molesta-.
-Bien- dije
-Bien- dijo
Por fin Agustín me miró a los ojos: - Dame tiempo-

Él tomó sus cosas y se fue, Will y Sabina, por separado, también se fueron. Quedamos Joel, Alma, Gonzalo y yo.
-Y ahora que hacemos?- preguntó Joel
-Quieren usar el Just Dance?-
-Si! Pero no soy muy buena- dijo Alma
-Hacemos dos parejas, a ver quien gana. La pareja ganadora después hace duelo para así obtener el ganador supremo- dijo Joel, exagerando la magnitud de la victoria. -Te reclamó, rojito- me señaló.
-Entonces ustedes dos juntos- dije
Alma se encogió de brazos, a Gonzalo pareció incomodarle un poco.
Después de jugar un rato, Joel nos hizo perder con su baile alienígena y cowboy.
Quedaron Gonzalo y Alma, ahora, como rivales. Primero bailó Gonzalo, sus caderas balanceándose se veían muy graciosas. Alma fue segunda, eligió un baile difícil y cautivador. Incluso antes de que el juego lo anunciara, sabíamos quien había ganado.
Alma saltaba de la alegría: - todos me deben un helado!-
-Es cierto- dijo Gonzalo
Nadie sabía a que se refería exactamente, Alma lo miró, su cara pasó de blanco papel a roja tomate y finalmente subió una ceja con desdén.
Su celular sonó, ella lo contestó:- Hola? Si, ya salgo. Star Wars? Genial! Adiós, amor- le dijo al teléfono.- Vinieron por mí-
Los tres chicos nos quedamos sorprendidos, la tímida Alma estaba saliendo con alguien y no sólo eso, también lo había llamado "amor".
-Claro- saliendo al corredor con ella- buena suerte- dije, pellizcando sus mejillas.
-Gracias- dijo- me veo bien?-
-Un poco casual-
-Mejor así-.

-No crees que es un poco extraño que Alma esté saliendo con alguien?- me preguntó Gonzalo. -Qué tal si se quieren aprovechar de ella?-
-No seas paranóico, ella es buena y hermosa por dentro y por fuera, cualquier chico querría estar con ella-.
-Es cierto- asintió Joel
-Me pregunto como estará Esperanza-
-Dios, no puedo creer lo que le hizo a Sabina- Gonzalo.
-Lo se, no se en qué estaba pensando, me pregunto si lo recuerda-.
-Y si la pérdida de memoria es una mentira?- cuestionó Joel
-No, ella no llegaría tan lejos con una mentira-.
-Tienes razón- Gonzalo.

Miraba la ventana, trataba de acordarme del último día de clases, hacia una semana y media. Sólo me acordaba de el reloj, todos corriendo felices, no mucho más. En todo ese tiempo no había visto a ninguno de mis amigos, extrañaba en especial a Agus. Le llamé por decimoquinta vez en el día, directo al buzón de voz. Me harté de no hablar con él, me harté de esperarlo. Tomé las llaves del viejo Fiat y me dirigí a su casa tan rápido como pude. Agitado, bajé del auto, toqué el timbre, esperé. Nadie salía. Toqué el timbre de nuevo. Nadie. Miré la ventana del primer piso, la ventana de Agus. Me agarré de las rejas y poco a poco fui subiendo, salté al balcón y toqué la ventana como si fuera una puerta, pidiendo permiso para entrar.
-Renato- dijo Agustín sorprendido.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2016 ⏰

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