Capítulo 8

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Jay's POV.

Martes otra vez. No hay un solo día que no deteste con todo mi corazón, y todas las razones de aquello se reducen a una sola cosa, la escuela. Junté todas las fuerzas del mundo para despegar mi cabeza de la almohada, lo que costo más que mover un camión de mil kilos con solo un brazo. Moví las sabanas de un lado al otro, buscando por mi teléfono y al ver la hora me di cuenta que tenía menos de treinta minutos para estar listo.

Mientras buscaba mis llaves del auto, que mágicamente estaban escondidas debajo de un sillón, pensé en Olivia y recordé haber soñado con ella. En estos últimos días estuvo presente, la mayoría del tiempo conmigo, saliendo y demás. Su compañía era agradable, aunque algunas veces me irritaba con sus preguntas. Una de las cosas que me llamó la atención es que es una persona tímida y muy "yo no rompo las reglas" pero sin embargo me ayudó en un montón de mis negocios. Podría servir, como dijo Jake pero podría ser peligroso, un riesgo enorme.

Al llegar al instituto divisé a Marko apoyado contra un árbol y me dirigí hacia él.

-Hey Mc J, ¿Qué onda?- gritó cuando me vio. Aquel apodo me lo habían asignado el día que me conocieron.

-¿Tenemos negocios hoy?- pregunté y Marko asintió con la cabeza.

-Estaba pensando...- prosiguió mientras ingresábamos al edificio- Ya que tu noviecita ayudo anteriormente con nuestro negocio, la podríamos usar. Su aspecto es perfecto para pasar desapercibida.- concluyo y me quedé pensando un rato.

-Estaba pensando lo mismo esta mañana, ¿no crees que será riesgoso?

-No, y si la perra quiere abrir la boca en algún momento me las ingeniare para mantenerla callada.- Marko dijo y su expresión cambió de amable, a agresiva.

Acepté y ahora necesitaba estar más cerca de ella para adentrarla de a poco a nuestros planes, lo cual era casi pan comido. Choqué los puños con él y me alejé hacia mi clase.

En el almuerzo me reuní con mis amigos y les conté lo que Marko había propuesto. Ninguno se negó y todos alentaron esa propuesta. Nuestro trabajo era realmente difícil porque si alguien nos descubría corríamos el riesgo de ir presos, pero nadie sospecharía de la típica chica buena y estudiosa.

-Entonces... ¿Cómo la convencerás?- preguntó Jake, saboreando un bocado de su postre.

-Supongo que estaré mucho tiempo con ella y si tengo suerte, se enamorará de mí. A partir de ahí, pan comido. Esas chicas hacen lo que sea por el hombre que quieren.- concluí y todos miraron satisfechos.

-Por favor, no te enamores.- susurró Marko y reí.

-¿Yo? ¿Enamorarme?. Me conoces lo suficiente para saber que nunca lo hice, y no lo haré por ella. Lo primero es el dinero, compañeros. - Al decir esto, me levanté de la mesa, luego de que la campana sonara y desaparecí al cruzar la puerta.

Cansado de esperar a Jake a la salida del instituto, decidí marcharme. Cuando entré al auto, divisé a Olivia con sus amigas sentadas en el césped bajo un árbol. Mi plan debería comenzar ahora. Arrimé el vehículo al cordón de la vereda y baje la ventanilla.

-Olivia.- grité desde adentro captando su atención. Una sonrisa invadió su rostro. -¿Te llevo?

Se despidió de sus compañeras y subió. Su perfume dulce se distribuyó por todo el ambiente.

-No te he visto en todo el día.- mencionó mientras yo encendía el motor.

-Negociando con los chicos, ya sabes. ¿Y tú, donde has estado? Tampoco te vi.-

-En la biblioteca buscando libros, mucho estudio.- me dijo, intentando sonar triste. Reí en compañía de su risa también. Debo admitir que su risa era angelical, al igual que su rostro cuando lo hacía.

Beastly (Jay McGuiness fanfic)Where stories live. Discover now