Capítulo 2

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Me reuní con Elena al sonar la campana para el almuerzo. Recorrimos un largo pasillo, hablando de sus clases y un poco de su vida. Era una chica muy agradable, y me asombraba lo rápido que fue entablar conversación con ella. El almuerzo era similar a Oakland, excepto que no estaban mis amigos corriendo y discutiendo entre ellos por un pedazo de torta. Los recuerdos inundaron mi mente y una sonrisa se colocó sobre mi rostro.

-¿Carne o pollo?- La voz grave de una señora me trajo nuevamente al presente. Estaba enfrente una larga mesa con comida.

-Pollo, por favor-. Le conteste, buscando a Elena por las mesas. Cuando la encontré, me hizo una seña con la mano para que me siente con ella.

Al recoger lo que me faltaba de la comida, me dirigí hacia esa mesa, esquivando a los torpes muchachos del equipo de football quienes jugaban en el pasillo.

Elena compartía mesa con un grupo de chicas, y con dos chicos. La vergüenza parecía tomar control de mí, mientras que mis mejillas tomaban un color rojizo.

-¿Puedo sentarme aquí?... Si no les molesta, claro.- dije, esperando no tener que pasar un mal momento.

-Sí, claro que puedes, eres más que bienvenida.- Dijo Elena, mientras que sus acompañantes afirmaban sonrientes. Me sentí aceptada, y era mi primer día de escuela. 

Mientras ellos hablaban de temas sin importancia, para mí, yo buscaba encontrar por alguna parte de esa habitación aquel chico que me había cruzado el día de la tormenta. Sabía que estaba en el edificio, sabía que asistía a este lugar, y a una de mis clases. Sus ojos posados en mí al final de la hora de historia produjeron escalofríos por toda mi espalda, y me sentí estúpida al ver que la gente con la que compartía el almuerzo había notado aquel movimiento involuntario.

-¿Tienes frio?- Pregunto amablemente la chica que se encontraba frente a mí, y me alcanzó su abrigo. Le agradecí y lo coloqué sobre mis hombros. No era frio lo que sentía, pero sería muy extraño si les dijera lo que en realidad había pasado.

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- ¿Cómo estuvo la escuela cariño?- Mi madre preguntó luego de darme un abrazo al llegar a casa.

-Bien, normal.- Conteste desviando la mirada.

-¿Amigos nuevos?- pregunto con una sonrisa enorme. Asentí mientras dejaba unas cartas que había encontrado en el buzón.

Estaba exhausta, el primer día en el instituto había acabado conmigo por lo tanto decidí subir para darme un baño de inversión, con sales y burbujas para relajarme. Al sumergir una de mis piernas en el agua finalmente logré aclimatarme a la temperatura, mientras se escuchaba desde mi habitación el cd de Coldplay, al máximo volumen. Tomé mi teléfono entre mis manos, evitando el roce del agua y revisé Facebook. Elena me había enviado una solicitud, junto con otras dos chicas, Anne Parker, y Elizabeth Thompson. Acepte sus peticiones de amistad luego de leer un nuevo email que Jess me había enviado. Mi rostro mostró una mueca de felicidad al saber cómo estaba todo en Oakland,  como se encontraban mis amigos más cercanos, las novedades que había.

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La semana transcurrió de manera veloz, los días en la escuela volaban, hablando metafóricamente. Mis notas eran normales, bastante buenas para ser mi primera semana allí. Se notaba que mis padres estaban alegres por aquello, y su exigencia había disminuido notablemente, a comparación de cuando vivía en California.

Al terminar mis deberes antes de la tarde, recibí un mensaje de Elena.

Hey, quiero avisarte que hoy habrá una fiesta en la casa de un compañero nuestro,  y todo el colegio estará allí. Deberías venir, podríamos ir juntas.

Beastly (Jay McGuiness fanfic)Where stories live. Discover now