Capítulo 5

244 2 3
                                    

-Despierta dormilona.- Mi mente procesó el sonido de las suaves palabras de Elena, mientras intentaba abrir los ojos. Ella se encontraba de pie sobre la cama, saltando de un lado a otro. Rezongue y me volteé para taparme con las sabanas nuevamente, pero algo me detuvo. El cuerpo de Elena saltando encima del mío me producían ganas de estrangularla. Había pasado un tiempo desde que nos conocimos y ya la sentía tan cercana, como una hermana. Pasábamos la mayoría del tiempo juntas, ya sea estudiando, leyendo, asistiendo a fiestas o simplemente disfrutando una tarde de películas. Se había convertido en una persona muy especial en tan poco tiempo. Aun así, sentía ganas de matarla si seguía saltando en la cama.

-Ya, detente. Estoy despierta, ¿no ves? - Le contesté, colocando mis dedos en los ojos y abriéndolos tratando de demostrarle que ya no necesitaba gritar. Ella rio pero luego siguió brincando. Revoleé mis ojos, intentando parecer madura.

La verdadera razón por la que Elena estaba tan alegre era su cumpleaños, el cual se celebraba mañana. No la culpaba, yo solía emocionarme por mis cumpleaños, pero por algún motivo desconocido eso ya no ocurría. Para mí no tenía importancia, era como un día más del año.

- Supongo que ya sabrás lo que haremos hoy…- Mencionó Elena mientras probaba un bocado del almuerzo que nos había preparado su madre. Era una verdadera cocinera, sus comidas eran como el paraíso.   

- ¿Preparar la fiesta?- interrogué terminando mi plato.

-¿Y qué más?- Su rostro esperaba otra respuesta. No la quería mencionar, odiaba hacerlo. Odiaba ir de shopping, odiaba no encontrar una prenda bonita, simplemente lo odiaba, en todos los sentidos. Volví a rezongar por segunda vez en la mañana, solo lo hacía porque sabía que a Elena le encantaba ir de compras.

Una hora más tarde nos encontramos con Anne y Elizabeth en el centro comercial. Era hora del sufrimiento. Mis ojos comenzaban a cansarse al ver a las chicas entrar y salir de las tiendas, no podía entender por qué les gustaba tanto comprar. Antes de finalizar el día en aquella selva repleta de mujeres adictas a las cosas materiales, decidí finalmente entrar a una tienda y buscar un conjunto para la fiesta de Elena. En realidad lo necesitaba, ya que no tenía nada para vestir y todo lo que tenía ya lo había usado en fiestas anteriores.

Entré a Forever XXI, un famoso local de ropa acordé a mi edad y comencé a buscar. Pasé veinte minutos rastreando por algo hasta que vi un conjunto que llamó mi atención. Un top al estilo corset, de color azulado con estampado de flores blancas y un short de encaje de color similar a las flores se encontraban colgados frente a mí. Aunque era un poco arriesgado, comparado a lo que suelo usar, no dudé en probármelo. Al parecer, la suerte estaba de mi lado, ya que al mirarme al espejo noté que me quedaba perfecto.

-¿Todo listo?- Preguntó Elena acomodando un par de vasos descartables sobre la mesa. Asentí mientras terminaba de colocar los jarrones y las cosas valiosas en un baúl que había en la habitación de su madre.  Iba a ser una fiesta importante, una de las más asistidas y queríamos que todo esté en orden.  La cumpleañera había tenido la suerte de que su familia se haya  quedado en lo de sus abuelos, mientras se llevaba a cabo la fiesta, con el objetivo de darle más libertad.

Una vez decorada la casa,  Anne, Elizabeth y yo subimos a prepararnos. Estaba ansiosa por usar aquel conjunto que había comprado y quería que las chicas lo vieran, ya que no hubo oportunidad antes. Miré al espejo por última vez, luego de colocarme el maquillaje. Me sentía extraña usando algo tan… corto, pero no podía cambiarme, no tenía ninguna otra prenda.

Apoyada en el marco de la puerta del baño, esperé a que Anne saliera de la habitación para poder buscar mis zapatos.

-¡Que. Hermoso. Conjunto!- gritó Elizabeth, entrecortando las palabras. –Te queda estupendo.- concluyó, un poco más tranquila. Le dediqué una sonrisa, luego de gesticular un “Gracias”. Segundos después Anne salió de la habitación y se veía increíble. Llevaba puesto un vestido relativamente corto, color rosa que combinaba perfecto con su cabello rubio. Su rostro contaba con poco maquillaje, pero aun lucia bien. Me tomé el tiempo para observar también a Elizabeth, a quien no había visto y su vestido azul era simplemente hermoso. Ambas tres teníamos el pelo suelto, con algunas ondas hechas.

Beastly (Jay McGuiness fanfic)Where stories live. Discover now