Si necesito sangre me conformo con un beso

De vuestro lado

《 Edu... avisa al consejo de que voy para allá, que quiero hablar con ellos personalmente》

《¿Qué demonios piensas hacer?》

《Nada malo, lo prometo. Tú solo avisales ¿Okey? Llegaré en 5 minutos》

《Vale, vale. No me muerdas...》

《Idiota》

Corrí todo lo que pude hasta que por fin llegué al mundo vampiro. Lo sé hubiera sido más fácil teletransportarme pero yo todavía no he perfeccionado muy bien ese poder, aunque muchas veces no me vendría mal tenerlo a mano. En la entrada al mundo vampiro se encontraban los dos cabeza huecas  de siempre vigilando que ningún mortal o algún vampiro expulsado pase ¿No suelen decir los humanos que siempre el cargo más importante se lo dejan al más idiota? Pues aquí tenemos a nuestros dos idiotas ¡Ya he perdido la cuenta de cuantos humanos o vampiros expulsados han entrado!

-- Victoria... Pasa. Te están esperando -- dijo uno de ellos

-- Lo sé -- me limité a decir y pasé de largo, recurriendo los largos pasillos en busca de la habitación que infinitas veces había visitado ya. Para los vampiros esto es algo parecido a un juzgado por el incumplimiento de la ley para los humanos, solo que aquí nos jugamos algo más importante que nuestra libertad por un par de años, aquí nos jugamos nuestros colmillos, pueden ordenar algo tan simple como hacernos beber una poción y transformarnos en humanos de nuevo o en el peor de los casos, matarnos. La verdad, yo tengo un pequeño enchufe con "el juez", nunca me han castigado, pero esto es algo más grave que mis novatadas, he retado al consejo y eso es dificil de revertir, aunque seguro que me creen y me perdonan soy esencial en su plan ¿No?

-- Victoria Collins... Que agradable sorpresa -- dijo uno de los miembros del consejo ¡Dios! Nunca soy capaz de distinguirlos, son casi identicos

-- Apuesto a que sabían que volvería para rectificar acerca de mi opinión de estar de vuestro lado ¿no?

-- Eso queremos pensar porque sino... -- hizo un gesto indicando con el dedo pulgar que cortarían mi cabeza -- Y nos da igual que seas importante en nuestro equipo o no, te mataremos

-- ¿Y bien... te lo has pensado mejor? -- dijo el que estaba sentado a su derecha

-- Si

-- Y estarás de nuestro lado ¿verdad?

-- Si

-- Buena chica...

-- Pero con una condición

-- ¿Cuál es esa condición?

-- Que pueda seguir viviendo con esos vegetarianos en vez de vivir aquí

-- ¿Y por qué razón quieres seguir con ellos?

-- Aceptais mi condición, si o no

-- Está bien... aceptamos, pero dinos porqué quieres seguir con esos vegetarianos

-- Simplemente me divierte ver a unos vampiros vivir rodeados de humanos y sus caras al ver que uno de ellos se hizo una herida y no pueden beber su sangre -- Mentí. Simplemente quiero estar con ellos y punto no hay ninguna explicación o motivo

-- Bien... puedes marcharte

Parecian algo desconfiados, pero yo también lo sería si estuviera frente a frente con una chica como yo, con alguien que sabe manipular perfectamente a las personas o por el simple hecho de hablar con una persona tan mentirosa como lo es Victoria Collins

-- Victoria... Dime exactamente lo que has hecho -- dijo Edu a mi espalda

-- ¿te gusta mucho eso de aparecer de la nada justo cuando tengo cualquier cosa en mente, verdad?

-- dímelo

-- solo estuvimos hablando, al final he decidido que dejaré de luchar contra ellos y lucharé con ellos

Buen truco chicos... Sois unos vampiros listos, tal vez por eso sois la máxima autoridad aquí en el mundo vampiro, pero se os olvida que yo soy mejor que vosotros ¿Qué es eso de hipnotizar a mi amigo para que me saque la verdad? Eso no está bien. Habéis elegido a un chico demasiado obvio ¡Edu siempre se vuelve arisco y fría cuando está hipnotizado! Y sus ojos... Esos ojos medio grisáceos tampoco disimulan muy bien el claro hipnotismo.

— ¿Victoria? — Ana parecía completamente desconcertada con mi llegada

— La misma — suspiré — ya he arreglado el tema que tenía pendiente, no es necesario que me vaya

— Menos mal, aunque no lo parezca y no te lo creas, te hubiera echado de menos

— Me lo creo — sonreí como estúpida

— ¡Mierda!

— ¿Qué? ¿Qué pasa?

— Luca... Te siguió cuando te fuiste

— ¿¡Cómo?! ¿Hace cuanto salió detrás de mí?

— Cuando te adentraste un poco en el bosque

— ¡Ana, fui al mundo vampiro!

— ¿Crees...? — tragó saliva ruidosamente — ¿Crees que le han cogido?

— No lo sé, Ana, pero tengo que retroceder sobre mis pasos inmediatamente y encontrarlo yo antes de que ellos lo hagan

— Voy contigo, Luca también es mi amigo

— Antes de ir al mundo vampiro fui a la casa de mi hermana ¿Qué te parece si yo voy a buscarlo allí y tú vas al mundo vampiro? Cuanto menos tiempo tardemos mejor asique vuela y ya

— Voy — alzó el vuelo chocando contra el techo de la habitación

— ¿No sabes volar? — formulé más como una afirmación que como pregunta

— Sí sé

— Ana, para, no sabes mentir

Palabras que ella misma admitió agachando la cabeza mientras volvía a aterrizar

— Es cuestión de inclinar el cuerpo, si quieres ir a la derecha te inclinas hacia ese lado, a la izquierza igual y si quieres ir para alante, por dios te lo pido, no pongas tu cuerpo en vertical, ponte orizontal y sales despidida, vigila la dirección del viento y tu inclinación. Creo que ya sabes como aterrizar a la perfección

— Gracias

— De nada, ahora corre, el viento está de tu parte, irás más rápido

Volvió a alzar el vuelo y lo consiguió sin apenas alguna difilcultad, mientras la miraba alejarse y despegaba yo, reconozco que me puse alguna que otra medalla por ser tan buena profesora de vuelo