Capítulo 3

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Después de leer el mensaje olvide completamente hablar con Jessie y surgió una duda en mi ¿Debía responder o no? ¿Y si era un psicópata que me tomó de punto y planeaba mi asesinato en silencio? Definitivamente juntarme con John dañaba mi salud mental. ¿Por qué iba a tomarme de punto a mí? No me conocía, estoy divagando. Estaba casi segura que el número y el mensaje pertenecían a alguien con quien ya había tenido contacto, un chico con los ojos azules mas hipnóticos que he conocido en mi corta vida.

Siguiendo un impulso teclee en mi celular la respuesta

"En serio, no sé quién eres. ¿Cómo conseguiste mi numero?"

Apreté enviar y unos nervios se apoderaron de mi. Quería una respuesta, la cual no tardo en llegar

"Si esto es una broma detente ya, no sigas con esto. No me hagas más daño."

Wow, eso sí que no me lo esperaba, no coincidia con su aspecto de chico malo. No tenía ni idea de que iba esto. Pensé que responder, pero mi mente estaba en blanco hasta que idee la respuesta

"No estoy mintiéndote y no tengo porque hacerlo. No sé a quién buscas pero no tengo nada que ver contigo, estas confundido."

Lo único que me faltaba era que el chico lindo piense mal de mí, definitivamente algo estaba mal.
No obtuve respuesta por lo que decidí enviarle otro texto

"¿Cuál es tu nombre? Conozcámonos y podrás darte cuenta que no soy a quien buscas"

No era una una cita ni nada por el estilo, quería que se diera cuenta que no tenía nada que ver con él y que no buscaba lastimarlo, y si tenía que perder mi dignidad por reunirme con el chico lindo, lo haría.

Pero la respuesta nunca llego. Estaba desconcertada totalmente.

Así fue que me desvele toda la noche y cuando quise darme cuenta faltaba una hora para que sonara la alarma.
Sería otro día largo.

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Sonó el timbre que anunciaba que mi día escolar había concluido. El día transcurrió normal, pase mi almuerzo con John y las chicas, quedamos en salir el viernes por la noche al bar en el que trabajaba el hermano de mi nuevo amigo.

A la salida las chicas ofrecieron llevarme hasta mi casa, pero decidí caminar, todavía no terminaba de creer que estaba viviendo en Chicago.

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La semana avanzó de lo más normal, cada vez me llevaba mejor con las chicas y John me recordaba tanto a casa, a Houston, a mi antigua vida y por eso le había tomado un cariño especial en estos pocos días.
El viernes en la clase de química conocí a Jake, un chico rubio con el que compartí banco y me había caído muy bien. No paraba de hacer bromas sobre la vestimenta de la profesora y su edad, también me comento que según él, "la vieja Campfell" lo odiaba y a causa de eso reprobó la materia el año anterior. Durante la hora me explico algunas normas del instituto y como romperlas. No pudimos terminar la clase ya que la profesora nos expulsó del salón por no prestar atención luego de que el rubio le dijera que no había nada interesante en la materia y que ella la hacía todavía más aburrida. No lo culpo, la mayoría de nosotros pensábamos eso, pero definitivamente no tenía filtros.

No quería que 'La vieja Campfell ' me tomara de punto, pero creo que ya era tarde.

Al salir del aula, me dijo que él se haría cargo de lo ocurrido, hablaría con el director y me dejaría afuera de esto. Se lo agradecí y quedamos en vernos la semana entrante.

Termine vagando sola por los pasillos del instituto, no dejaba de impresionarme su magnitud y su arquitectura antigua pero muy sofisticada.

Guarde las cosas en mi locker, para después esperar a Jessie y Anna afuera, pero algo llamo mi atención. Un papel pequeño, doblado y metido entre las hendijas de mi casillero. Lo abrí, y me llevo poco tiempo darme cuenta de que se trataba.

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