Llevaba casi un mes en esta nueva ciudad. No me disgustaba, de hecho me parecía asombrosa. Me había hecho muy amiga de John y de Jessie, y a Anna no llegue a conocerla mucho ya que se fue con su padre a New Jersey. También estaba Jake, el chico rubio de la clase de Química, era adorable y muy divertido, logre una linda conexión con él. Se preguntaran por Kyrios, el es un caso aparte.
Después de la noche del bar, al día siguiente descubrí que el había guardado su numero en mi móvil, cuando recibí un mensaje con su nombre.
De: Kyrios
No supe que eras amiga de John hasta que llegamos al auto.
Este chico sí que no dejaba las cosas atrás.
De: Cameron
¿Es en serio? ¿Has agendado tu numero en mi móvil?
No tardo en responder.
De: Kyrios
Pensé que lo habías hecho tu, pero como no, tuve que hacerlo por ti.
Y desde ese momento no supe nada mas de él, hasta hoy.
Era sábado y habíamos quedado con Jessie, John y su hermano para ir a Dunes National Lakeshore West Beach, un lugar tranquilo y cercano a la gran ciudad en donde vivimos. Los chicos debían pasar a buscar a mi amiga rubia primero y luego a mí.
Elegí una remera con escote en V en tonos celestes y un short de jean clarito junto con mis zapatillas preferidas, quería estar cómoda.
Alrededor de las 9 escuche la bocina de un auto, y supe que habían llegado. Agarre mi mochila con mis cosas, un abrigo, mis llaves y salí.
-¡Te dije que tenias que doblar en la siguiente a la izquierda y después a la derecha, no dos veces hacia el mismo lado! -Jessie le gritaba a John, un poco histérica-.
-¡Tu dijiste dos a la derecha! Eres exasperante mujer, prefiero escuchar a la voz del GPS. Por lo menos ella no se equivoca, y no es molesta como tú.
Así fue parte del viaje en auto. John manejaba y Jess se había ofrecido como copiloto ya que supuestamente conocía el camino.-Estos dos, van a terminar juntos. –Susurró Kyrios en mi oído de repente, en el medio de la pelea. Ambos íbamos en el asiento de atrás, y no habíamos intercambiado muchas palabras a lo largo del viaje. Eran casi todas conversaciones de John y Jess, o de John con Kyrios sobre temas sobre los que yo no tenía ni idea, por lo que no podía aportar mucho.
-¿Vos decís? Para mí no, me contaron que son amigos desde siempre.
-Sí, y desde siempre pienso que van a terminar juntos.
-Pero si se viven peleando, no puede ser. –Desacredite su teoría, aunque por dentro pensaba que algo de razón podía llegar a tener.
-Los apuestos se atraen corazón. –Hizo una pausa y se quedo pensado, como si tuviera algo que decir. –Sino míranos a nosotros dos. –Una sonrisa de costado se formo en su cara.
-¿Nosotros dos? ¿Qué acabas de decir? No hay atracción entre nosotros, apenas te conozco. –excepto por tu físico, eres un dios. Esto último lo pensé, porque de haberlo dicho hubiera querido meterme 10 metros bajo tierra, y su ego se encontraría en el cielo –¿Además, como sabes que somos opuestos?
-No puedes negar que algo pasa, no sé bien qué pero algo hay. Y es obvio que somos opuestos, puedo notarlo a leguas.
-Ya quisieras. Bien, pruébame. Te demostrare que no soy como tú piensas.
El resto del camino hablamos de cosas sin sentido, y el tiempo se paso mas rápido. Fue tan divertido que hubiera querido seguir viajando. Pero estaba contenta por llegar ya que quería conocer el lugar que tanto había mencionado Jessie estos últimos días.
Al llegar, lo primero que hice fue sacarme las zapatillas, y cuando mis pies tocaron la arena sentí una sensación hermosa, la cual extrañaba demasiado. Hacía años no pisaba una playa, y se notaba en mi cara.
-Cam, ¿Por qué la cara de feliz cumpleaños? –Rió John mientras organizaba las cosas para sentarnos, a media distancia del mar-.
Salí de mi ensoñación momentánea -Es que extrañaba la playa, de pequeña la visitábamos siempre, pero ahora ya no. –deje de hablar porque no quería ponerme nostálgica-.
El día estaba hermoso, y hacía mucho calor, a pesar de que nos estábamos acercando al otoño.
Mientras almorzábamos unos sándwiches Jess nos contaba anécdotas sobre el lugar y su familia, y John peleaba con Kyrios por el asiento con sombra. Eran dos nenes.
-Ey Cam, ¿Quieres jugar? Pregunto Kyrios mientras sostenía dos raquetas en una mano, y una pelota en la otra- Se me dan muy bien los deportes –haciéndose el superado- Y me han contado que a ti no. – Ya estaba odiando a John internamente- ¿Te animas? –Sugirió, desafiándome con una sonrisa en su rostro-.
-¿Me estas desafiando? ¿Piensas que te voy a decir que no? –Acto se seguido estaba parada, acercándome a él en busca de la raqueta.
-Hagámoslo más interesante, apostemos algo. –Esto ya no me estaba gustando, pero no me iba a echar atrás-.
-Si yo gano, tienes que contarme y explicarme todo el tema de los mensajes de texto y a que se deben tus repentinos cambios de humor. –Pareció pensarlo unos segundos.
-Bien, pero si yo gano –debatió que decir- tienes que salir conmigo.
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Trust me
Teen FictionElla era simple, espontanea y no buscaba problemas, hasta que llegó el. El, un torbellino de problemas y misterios, hasta que llegó ella. ¿Podran llegar a un acuerdo, aun cuando ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder?