-¿Cuánto tiempo llevas sentado aquí? -Repetí mi pregunta-.
-El suficiente como para darme cuenta que has bebido demasiado y que es tiempo de parar.-Cambiando la vista hacia mi vaso, ya vacío.
-¿Quién eres? ¿Por qué me persigues? No te conozco -Aunque intenté que no se notara lo dije en tono de suplica, sonaba desesperada. -No he tomado tanto, además no puedes controlarme porque para eso tengo a mi madre y no eres ella, tu eres joven, y hermoso. -No sé en qué momento salieron esas palabras de mi boca pero no las pude detener. Mañana me arrepentiría de esto, si lo recordaba-.
-Solo te confundí con alguien antes, lo siento. Oh y gracias, supongo.
No puede solo decir eso, no era solo una confusión. En los mensajes habló de sentimientos y no es posible confundir a una persona por tanto tiempo. Que evitara el tema hacia que mi interés creciera.
-Tengo derecho a saber qué es lo que pasa si es respecto a mi.-Esta vez intente sonar enojada, pero mis palabras solo salieron confusas y trabadas, lo que produjo su risa. Esto último me enfureció mas, no estaba tomándome en serio, y se estaba burlando de mi estado. Ojala pudiera responder algo coherente, ya empezaba a arrepentirme del alcohol. -¡Ya deja de reírte!
Me levante del taburete para irme, pero antes intente pegarle en su brazo. Fallé con ambas acciones, termine golpeando hacia el aire, solo logre marearme y tambalearme hacia un costado, ¡maldito vodka!
Para mi buena fortuna, mi compañero misterioso se levanto de su asiento y antes de darme cuenta me sostenía por los hombros, evitando que cayera.
-Si hubiese tomado un poco más y no estuviese enojada contigo te invitaría a bailar, pero estoy sintiéndome muy mareada.
-No quiero que hagas una escena aquí adentro, vamos.
No supe como tomar eso, pero no tuve tiempo de reaccionar cuando comenzó a guiarme hacia afuera-.
-Espera -reaccionando- no voy a ir a ningún lado contigo, no te conozco. Puedo estar borracha pero no soy estúpida.
-Tienes razón no te conozco y no sé porque me molesto en ayudarte.
Cuando soltó mi cuerpo para caminar en dirección opuesta hacia donde estábamos me sentí decepcionada, no esperaba esa reacción, pero era predecible viniendo de un extraño. Cuando nuevamente me maree y no pude sostener mi cuerpo me arrepentí de haber dicho eso, el solo estaba ayudando.
-No lo repetiré otra vez, vamos. -No sé en qué momento reapareció pero solo me dedique a asentir y agarrar sus manos para poder levantarme, me sentía muy mal y estaba haciendo una escena tirada en el medio del bar-.
Salimos del local, me ayudo a sentarme en la acerca, y se sentó junto a mí.
-Te ofrecería llevarte a tu casa pero probablemente pienses mal de mi e intentes pegarme de nuevo aunque seguro fallarías -rió y solo me limite a mirarlo, realmente era hermoso, y su risa, eso sí que era glorioso-.
-¿Por qué me ayudas? No me conoces. -apoye mi cabeza en su hombro. Hubiese disfrutado el momento, pero realmente me sentía mal-.
-¿Has venido sola?
-Con mis amigos, pero los perdí al entrar. Ey, no desvíes la conversación. -Sabía lo que estaba haciendo, quería una respuesta-.
-¿Sabes que no deberías tomar tanto no? Aunque te ves sexy de este modo -seguía desviando el tema, y con esto último que dijo logro distraerme, quizás el no estaba tan sobrio como pensaba-.
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Trust me
Teen FictionElla era simple, espontanea y no buscaba problemas, hasta que llegó el. El, un torbellino de problemas y misterios, hasta que llegó ella. ¿Podran llegar a un acuerdo, aun cuando ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder?