//FLASHBACK//
LIAM-
Cojo el teléfono al ver que me están llamando. Es uno de mis amigos.
-¡Hey Sam! ¿Qué pasa?
- ¡Hola Liam! Esta noche hay una fiesta en Amnesia, ¿te vienes?
-Tenía pensado quedarme leyendo un libro.
-Joder tío, ¿hace cuánto que no sales? Te vendrá bien tomar el aire, y de paso ligarte a alguna.
-Bueno... no se...
-Venga, si te apetece volver a casa yo te llevaré. De todas formas, mañana tengo que ir a la facultad y no puedo beber demasiado.
-Está bien... pasa a buscarme en 30 minutos.
-Ese es mi chico.- y cuelga.
Sam y yo nos conocimos cuando llegué a Miami, tras la mudanza. Era uno de los pocos amigos que hice, y que todavía conservaba en mi vida. Nunca fui un chico popular, más bien, me denominaba a mí mismo introvertido, solo tuve dos o tres buenos amigos, entre ellos Sam.
Subí al piso de arriba. Me desnudé, y me dirigí a la ducha. Estaba notoriamente entusiasmado, sabía que esta iba a ser mi noche.
Pasados los 30 minutos acordados, escuche el claxon de mi amigo abajo, y me encaminé hacia su coche.
20 minutos después.
Está sonando "Boneless". Este tipo de música solo se puede bailar saltando, por lo que no puedo bailar con ninguna chica. Aun así veo a una que destaca sobre las demás. Me es vagamente familiar. En cuanto oigo los primeros acordes de "Wiggle" no me lo pienso dos veces y me acerco cual lobo en busca de su presa. Si me quedo dándole vueltas, sé que no podré hacerlo.
Cuando nota mi presencia tras de sí, da la vuelta coquetamente, y después de un breve asentimiento, me permite bailar con ella.
Llevamos rozándonos más de un minuto, y cuando quiero ponerme de cara a ella, un gran cuerpo se abalanza sobre mí. Consigo esquivarlo, este es el tipo de cosas que no me gustan de las fiestas. El tío, sin quedar satisfecho, vuelve a intentar golpearme, esta vez con más fuerza. Cuando su puño está a punto de aterrizar en mi cara, una pequeña mano lo interrumpe. Esta chica bajita, le ha propinado una buena patada en sus partes íntimas, las que él ahora está sosteniendo.
-No sé cómo agradecértelo.- le sonrío.
-No es nada, de todas formas se lo merecía, no es más que un simple gilipollas, que después de haber bailado un par de canciones conmigo, cree que voy a hacerme su novia.
-Por cierto, ¿cómo te llamas?
-Hanna.- y ahí es cuando me percato de que no es solo una coincidencia, es más que eso, es la hermana de mi ex mejor amigo.
Intento retirarme, pero ella es más rápida que yo y me besa con fuerza, me agarra de la nuca con una mano, mientras que con la otra me sostiene el pecho. Dios, sé que debo apartarme, pero no puedo. Esto se le da demasiado bien. Ahogo un gruñido en su garganta, parece que lo toma por algo sexy, ya que al oírlo me muerde suavemente el labio inferior, haciendo que me ponga duro y palpitante contra el pantalón. Sin apartar sus labios de los míos, me lleva en dirección a su coche, y tras una muy caliente situación, y sus terribles indicaciones, conseguimos llegar a su apartamento.
-Tal vez deberíamos ir más despacio.- le digo
-¿Acaso eres uno de esos tipos tan cursis, que hasta el tercer mes no se tiran a su novia?
-Prefiero considerarme romántico, y sí, sí que lo soy.
-Pues esta noche veras el placer que se obtiene al hacerlo sin ningún tipo de compromiso.
-No dudaré en comprobarlo.
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Y entonces tú.
Novela JuvenilHanna y Matt Goldman son unos hermanos rebeldes de 19 y 20 años, que reniegan de sus padres y deciden mudarse a Miami con su mejor amiga Mery Weavon. Lo que Hanna no sabe es que terminara por enamorarse, algo contradictorio para ella ya que no es la...