Universe.

T h r e e

Star. Sus cartas mostraban la pequeña belleza de su alma, la rebeledía de su corazón y el espíritu libre que la buscaba.

Porque si bien Star se fue, a ella le hubiera gustado conocerla. ¿A dónde es que se había ido? ¿Acaso hace cien años mudarse así como así era fácil, y aún más, legal? Hoy en día a los ciudadanos no se les permitía salir del país, ya que la guerra dominaba todo su continente. Muchos intentaron escaparse, y se podría decir que todos aquellos han desaparecido, para jamás volver.

El mismísimo hermano de Ray no había vuelto para contar el cuento. Se fue un Diciembre del año dos mil noventa y uno, cuando aún transitar por las calles a medianoche no era un suicidio mortal. Pero él jamás había regresado, dejando sin esperanzas a su hermana, de una vida mejor en un lugar mejor, con una calidad un poco más convincente.

Resopló en un fuerte intento de no llorar, y metió todas las cartas dentro del sobre correspondiente. La curiosidad la invadió un poco, por lo que buscar el sobre que dijera que era el número tres, era su prioridad. Cuando lo encontró, en voz baja su título recitó: Moon.