- Se te veían las bragas, guapa. Ah por cierto, ese turquesa de los corazones... Me gusta mucho, una corbata de ese color no me vendría mal.
- Pero qué. - muerdo mi labio con rabia, e intento relajarme. Esto tenía que salir bien, no puedo soltarle nada borde o a la mierda mi próximo trabajo y a la mierda mi reputación. Si trabajo para él seguro que ganaré mucha fama y así mucho trabajo. Cojo aire intentando calmarme y miro sus ojos clavados en mi.- Si claro, buscaré una corbata de ese color. - Me aparto de enfrente suya y me giro mirando la comida y colocándola en un plato ayudandome con cucharas y pinzas.
- Si, eso está bien. - Dice imitando mis acciones y cogiendo él también comida. Se retira a la mesa con su plato y empieza a comer sin esperarme. Que educación, si señor.
- Oh gracias por esperarme. - digo con ironía.
- De nada. - dice mientras coge un trozo de carne y se lo mete en la boca.
Suspiro. Esta cena es muy incómoda, ahora preferiría estar con James que con este hombre que pasa totalmente de todo y va a su rollo. Invade mis pensamientos cuando me hace una pregunta.
- ¿Cuantos años tienes Babi?- dice sin mirarme y sigue comiendo.
- Tengo veintiuno. Estoy aún estudiando la carrera de diseño.
- Uhm... Muy joven. - deja de comer y me mira con la mirada fría y cortante. Me mira por unos segundos, y se relame los labios. Le miro los labios y retiro la mirada, me cuesta apartarla pero lo consigo.
- ¿Y usted?
- ¿Usted? Por favor, me haces sentir un viejo y solo tengo un par de años más. ¿Tienes novio, Babi?
- Esa no es una pregunta que vaya a influir a mi trabajo, así que esa no importa.
- Perdona pero aquí lo que influye o no en tu trabajo, lo decido yo. Así que si quieres el trabajo, responde a todas y cada una de mis preguntas.
Trago saliva sin saber que cojones decir.
- No tengo.
- ¿Vives sola?
- Sí.
- Bien, pues me vas a enseñar tu casa ahora. Tengo que saber tu dirección para las emergencias.- dice levantándose de la mesa. Me mira y sonríe cínicamente.
En silencio me levanto y me adelanto a él, dándole al botón del ascensor. Esto me olía muy mal, y estaba temblando. Las puertas del ascensor se abren tras unos segundos esperando. Él llega y entra en el ascensor, me mira de reojo cuando yo me adentro en el.
- No voy a violarte en tu casa si es lo que piensas ahora.
- No pensaba eso. - digo mirando al suelo.
- Ya claro. - ríe y las puertas se abren llegando a la parte baja del restaurante.
Salimos por las puertas del edificio y andamos hasta su ferrari negro.
- Sube. - me indica, a lo que yo obedezco. Subo sentándome en el sitio del copiloto.
Cuando el entra y arranca, yo le doy las indicaciones necesarias para llegar a mi apartamento.
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« Sumisa » h.s // Harry y tú.
Fanfiction¿Qué se siente al llegar a querer a alguien que solo te hace daño por placer? Te esta volviendo loca, sólo querías ayudarle con su ropa ya que eres estudiante de diseño, pero ahora que has llegado a estos límites con él, no hay marcha atrás. Sólo vi...