Capítulo 26 - Debo salir de aquí.

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-Sólo quiero hablar con él– era su voz, sin duda, la que se oía a través del pasillo con eco propio.

Me quedé helado, mis pies no se movieron más y mi cuerpo quedó escondido tras la pared continua.

-Pero él no quiere hablar contigo, pervertido– esa otra voz era la de Minho, aireada. ¿Qué estaba sucediendo?

-¿Pervertido?– repitió Jonghyun, escandalizado.

-¿Lo llevas a tu casa sabiendo que no está en sus cinco sentidos? No te hagas el santo– alegó Minho.

-Lo llevé a mi casa por eso mismo– explicó -No iba a dejarlo aquí solo en ese estado, además, yo no tenía llave de este departamento, ¿qué querías? ¿Qué lo dejara en el pasillo?– replicó.

-Como sea, él no quiere verte.

-Tú no decidas, no tienes derecho– decía Jonghyun.

-No decido, sólo te estoy repitiendo lo que él me dijo esta tarde– refutó Minho.

-Necesito hablar con él, y tú no me lo vas a impedir– advirtió un molesto Jonghyun.

-Pues, ojala lo encuentres– la voz de Minho parecía ocultar una sonrisa malévola.

Hubo un silencio y me eché a correr al captar que la conversación entre ellos había terminado y que Jonghyun pasaría por donde yo estaba escuchando todo.

Corrí hacía el ascensor, Jonghyun no lo tomaría, de eso estaba seguro. Las puertas se abrieron a tiempo y me escondí antes de que sus ojos me vieran. Apreté el botón para el cuarto piso, sólo por si acaso y el estómago se me encogió, evidentemente más sensible, cuando el ascensor subió un piso arriba.

Cuando las puertas se abrieron de nuevo y me dejaron salir, bajé rápidamente las escaleras hasta mi piso y llamé a la puerta del departamento trecientos ocho. Alguien dentro refunfuñó palabras ininteligibles y luego la tía de Minho me abrió la puerta y me puso mala cara, deformando su rostro con más arrugas de las que ya tenía. Su cabello blanco estaba atado en una desecha coleta y algunos cuántos pelos se salían de su lugar.

-Disculpe que la moleste, ¿está Minho?– pregunté.

-¡Minho!– lo llamó, luego sin decir nada más, se dio media vuelta y volvió al sofá en el que seguro estaba antes.

Minho salió de una de las habitaciones y después de que miró a su tía me captó en la puerta de entrada, esperando -Oh– musitó y se acercó a toda velocidad -¿Qué pasa, Kibum?– dijo, saliendo un poco y cerrando la puerta tras de sí.

-Escuché la discusión que tuviste con Jonghyun, ¿por qué? ¿A qué vino?– inquirí, desesperado.

Él exhaló -Venía a hablar contigo, pero le dije que tú no querías hablar con él– musitó.

-Eso lo escuché, pero ¿por qué le dijiste que yo no quería hablar con él?

-Pues, ¿no es obvio? Kibum, yo sé que te lastimaría más de lo que ya lo ha hecho. No quiero que te sientas culpable de nada, Jonghyun es el que tiene la culpa aquí y quiero que lo acepte. Además ya has llorado bastante.

-Pero...

-A menos de que quieras despedirte de él, yo no puedo impedirlo– se encogió de hombros.

-No– negué rotundamente -Ni siquiera le diré que me voy.

-No digas que te vas, se siente horrible– musitó, bajando la mirada.

-Gracias por todo, Minho. Por esto y por... todo– reí sintiendo de nuevo esas ganas de llorar.

-No te preocupes por mañana, yo te llevaré al aeropuerto y...

El manual de lo prohibido (JongKey) Adaptado~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora