Capítulo 25 - Irse es lo mejor.

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Apresuré mis pasos fuera del departamento de la tía de Minho, le había comunicado que era momento de irme. De repente parecía como si mis pies no se abrieran tanto en cada paso -Espera, Kibum- su voz tan hermosa me hizo detenerme aunque la razón me gritaba despavorida que saliera corriendo ya.

-Volveré a California, Minho- sollocé.

-¿Pero por qué? ¿Por qué tan pronto?- inquirió, más confundido que antes.

La voz se me atoró en el nudo de la garganta, impidiéndome hablar. Me sentía fatal de confesar mi pecado -Hice algo muy malo, Minho- admití y halé la puerta para abrirla, luego me adentre en el departamento.

Todo lo hice tan rápido que no le di oportunidad para hablar.

Corrió hacía detrás de mí de la misma manera que yo -¿Qué tan malo pudo haber sido como para que te obligué a irte? - quiso saber.

-Muy, muy malo - las lágrimas eran el vivo recuerdo de la noche anterior e incluso de esta misma mañana.

-Por favor, Kibum, no me asustes. ¿Qué hiciste?

Lo miré, con los ojos empañados aun y mis labios temblaban con las palabras a punto de salir -Anoche me embriagué...

-Oh, vamos Kibum, eso no es tan malo... - el alivio huyó de su rostro cuando continué hablando.

-...Y besé a Jonghyun– confesé, tratando de ahogar el nudo en mi garganta.

Entonces se le desplomaron las cejas de sorpresa y desconcierto -¿Qué?- preguntó, incrédulo.

Me llevé las manos a la cara, intentando al menos ocultar mi rostro avergonzado y las lágrimas que lo bañaban, ya que no podía pararlas.

-¿Besaste a Jonghyun? ¿Pero cómo? ¿Por qué?- sus preguntas sólo sirvieron para que el dolor me sucumbiera más, sin contar que la cabeza estaba por explotarme.

-¡Por estúpido, Minho!– solté, retirando las manos de mi rostro para elevarlas en modo de desesperación -Emily se dio cuenta de que Jonghyun no era el mismo y el domingo pasado al muy idiota de mí, se le ocurrió abrazarse a él de modo meloso en plenas narices de su novia. Debí imaginarlo, ¿sabes? Hasta la persona más estúpida lo hubiera reflexionado, pero se trata de mí, ¡Claro! El idiota de mí- farfullé, atropellando las palabras.

-Kibum, tranquilo– me tomó del brazo y sentí su tacto cálido sobre mi piel -Cuéntame con más calma y sin insultarte - me pidió.

Suspiré, yo no sabía cómo es que esperaba que no me insultara a mí mismo. Me merecía toda clase de insultos habidos y por haber. Pero traté de tranquilizarme.

-Onew me lo dijo– continué -Y me pidió que fuera... sensato y lo primero que hago es ir a embriagarme para olvidar el dolor por romperle el corazón a mi mejor amiga, dime ¿qué tan sensato es eso? Jonghyun fue a buscarme al lugar cuando estaba borracho, me sacó de allí y me hizo subir a su Hybrid... Casi le confieso que lo amo- la voz volvió a quebrárseme –Y luego de una ridícula discusión me quedé dormido. Cuando desperté me di cuenta de que no estaba aquí, sino en la casa de Jonghyun, acostado en su cama– el recuerdo apareció nítido en mi mente, como si fuese una película que se estuviese proyectando con bastante claridad -Musité su nombre y él se acercó a besarme en la frente para desearme buenas noches– ya no estaba tan seguro de que mi voz tuviera sonido, pero Minho seguía mirándome atento -Sujeté su rostro entre mis manos y lo besé, simplemente lo besé– me perdí por un momento en el recuerdo.

-¿Y Jonghyun qué hizo?– inquirió.

-No se apartó... ¡No se apartó! Yo tuve que detener aquello porque si no...- entonces mi voz se perdió entre las lágrimas que me ahogaban la garganta.

El manual de lo prohibido (JongKey) Adaptado~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora