Capítulo 31

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Shailene.

Casi no pude dormir por la preocupación de qué le habrá pasado a Theo después de dejarme aquí. No me mandó un mensaje y eso que lo espere hasta las 2:00 de la mañana. No puedo más con esta angustia. Me levanto de mí cama y voy directo a darme una ducha.

Salgo 10 minutos después y comienzo a vestirme. Termino de arreglarme. Tomo mi celular. Y salgo de la cabaña.

No tardo tanto en llegar al hogar de los chicos. Antes de que pueda tocar la puerta salen todos los chicos excepto Theo, vestidos con un pants y tenis.

–Hola, Shai ¿Qué haces aquí? –me pregunta Nat que es el primero que me ve.

–Hola, Nat, ¿está Theo aquí? –él asiente y mis nervios y angustia se calman.

–Ven pasa –me dice y abre nuevamente la puerta para yo poder entrar. Después de eso me enseña en donde está su habitación. Le agradezco y se va con los demás para "según ellos" ir a correr.

Entro al cuarto y veo que está completamente dormido. Me recuesto a su lado y le acaricio suavemente el pelo. Se ve demasiado tierno así. Ojala que si de verdad nuestro destino es estar juntos, lo vea todos los días de esta manera.

Poco a poco se empieza a mover. Mueve su cabeza así a mí. Y su mirada se centra en mis ojos.

–¿Shai? ¿Qué haces aquí? –me pregunta enderezándose en la cabecera de la cama.

–No podía más con la preocupación de qué te había pasado –hace una mirada de frustración y se frota la cara.

–Soy un imbécil, debí de haberte avisado, discúlpame –tomo mis manos y deposita un beso en ellas.

–Tranquilo, tú estarías igual –le digo tocando su cara con la palma de mi mano. Después de varios segundos así pasa uno de sus brazos por mis hombros y me atrae más hacía él.

–Que bonita manera de despertar –me dice dándome un beso en la frente. Yo solo me limito a reír y a dirigir mi mirada hacía a él.

–Te amo –le digo y me acerco a sus los labios, que me reciben igual que siempre, con la misma pasión de siempre.

Nuestro beso se ve interrumpido por el sonido de su celular.

–Que oportuno –digo retrocediendo para que él pueda tomar su teléfono.

–¿Sí?... ah, hola ¿Qué se te ofrece?... claro ¿Cómo a qué hora?... okey, ahí estaremos... adiós –deja su celular y me vuelve a abrazar.

–¿Quién era? –le pregunto.

–Era Hannah, dice que a las 3:00 de la tarde nos quieren ver para que ensayemos la canción –la hemos practicado demasiadas veces que ya hasta me la sé de memoria.

–Okey, entonces me iré a arreglar –le digo tratando de pararme de la cama, lo cual resulta casi imposible por su agarre.

–Quédate un rato más ¿sí? –no me puedo resistir a sus pucherito.

Rio un poco –Eso no va a funcionar –sé a dónde quiero llegar, pero me gusta hacerlo sufrir un poco.

–¿Ah sí? –se para de la cama y se queda enfrente de mí con los brazos cruzados, lo cual to también hago –¿Segura? –es un retador de lo peor.

–Segura, nada me va a convencer –le digo acercándome a sus labios y estando a milímetros de ellos, pero me separo inmediatamente.

–¿Ni esto? –me toma por la cintura y de un tirón me atrae a él. Nos besamos un poco más loco de lo normal. Creo que no sabremos comportarnos cuando estemos en una habitación.

P.D: Te Conozco {Sheo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora