-¡Por fin! Mi capuchino, ¿Podrias traerme unas galletas con chispas de chocolate? -le dije al chico que me llevo mi café- la verdad es que se me antojaron cuando las vi al entrar.
-Claro, enseguida se las traigo.Segui leyendo mi libro, mientras Catherine escribía algo en un cuaderno muy adornado y estampillas y de colores muy vivos. Justo después mis galletas llegaron
-Aqui tiene.
-Gracias, se ven ricas.Le di la mordida a una de las galletas pero me supo algo raro.... Como salado
-Que mala suerte, yo pensé que serian más dulces.
-¿Puedo tomar una?
-Claro, pero no creo se te guste, veo que a ti tambien te gusta lo dulce.Ella ignoro lo que dije y tomo la misma galleta que yo mordi, y la probo por el lado contrario.
-¡Mmmm! ¡Que rica esta! Ademas si es dulce
«imposible, a mi me supo salado»
-Que raro, a mi me supo diferente, ¿Habra sido el café?
Ella me miro y siguió comiendo la galleta y luego tomo otras dos, enseguida yo tome otra galleta y efectivamente me sabia mas dulce, la volví a mirar y cada vez algo de ella me llamaba la atención pero no sabia que era, algo raro ocurría, y en mi seria muy raro que alguien me gustara tan rápido, apenas habian pasado diez minutos.
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Hojas De Café Y Miel.
RandomUna historia desarrollada en un lugar común de encuentros casuales, pero también inesperados, la combinación perfecta entre olores, sabores y ambiente perfecto para una pequeña narración de amor