Nota #1

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No te lo había dicho, pero se llama Joaquín, lo conocí de la única forma que los grandes amores pueden nacer: "casualmente" o "coincidencialmente", pero no importa, porque lo mejor de todo es que lo conocí.

Recuerdo caminar todos los días hacia mi trabajo y de vez en cuando, toparme con él, le tomó un año de mis sonrisas, sonrojos y tímidos holas, para que un día al mediodía, mientras yo esperaba un transporte frente a mi trabajo, el ir en una moto y cuando me ve y le sonrío, detenerse y decir con ese tono tan varonil y seguro:

- Hoy tienes que darme tu número de celular.

Y no lo niego mi corazón tembló, pero solo me sonrojo y digo: -Sí, claro. Aunque por dentro gritaba un ¡por fin!. Y así comenzamos a hablar.

- Disculpa que te pedí el número así. Mi nombre es Joaquín - dijo acercándose a mí, mientras extendía su mano hacia la mía.

- Descuida. Y yo soy Ash - dije agarrando su mano y sintiendo su piel suave y su mano firme a la vez.

- Te llamare más tarde Ash, conocerte es un placer - dijo mientras se despedía.

- Igualmente Joaquín - dije tranquila, pero todavía ahora no se cómo explicar la emoción que sentí.

Mientras él se alejaba, mi transporte llegaba y yo que ya solo pensaba en el. Y bueno, no te hablaré de un Joaquín guapo, que atrae todas las miradas, todas quieren que su príncipe sea el más bello de la historia, pero me conformo con que Joaquín sea el más bello de mi historia, su rostro no es perfecto, pero ¡Cuánto me gusta! Es un hombre alto, de piel canela y cabello negro, de ojos oscuros y mirada peligrosa, su rostro tiene marcas, tiene evidencia de haber estado en pleitos o en algún grave accidente, luego le pregunto, porque esa forma de hablarme tan seguro, me dejo loca, el es la definición de mi más grave delirio.

Pero ya, Ash. Tienes que comer y volver al trabajo. Te das cuenta que el asunto es grave cuando tienes que obligarte a comer. Guardé la fecha, lo escribí en mi diario, ¡celebraría aniversarios! Cuando llegué al trabajo ya me había escrito, no creo que esa tarde haya trabajado mucho, si me la pasé hablando con él y bueno en mi defensa, el tampoco trabajó. Esa tarde conoció mi lado más divertido, más alegre, más sano y también yo el de él.

En la noche me llamó, hablamos pocos minutos, pues Lina, mi hermana, me esperaba para ayudarla con un dibujo de su clase de arte de la escuela, y no, no soy pintora, ni artista, solo soy decoradora de interiores, pero lo que tienen que hacer las madres. Ah, no te había dicho, pero solo vivimos en un pequeño apartamento mi hermana de 16 años y yo, somos hijas de la misma madre, pero distintos padres, mamá y su papá murieron en un accidente de autos hace unos seis años, y mi padre, que si se cree el gran artista, por ahí anda, vive viajando, de vez en cuando pasa y nos ayuda, pero no cuento mucho con él. Es un gran lío, pero vivimos bien.

- Joaquín, no te he dicho que por las noches soy poeta, y esta noche es preciosa, la luna invita a pensar en ti - susurro para mí, antes de caer rendida.

Entre Mariposas E InmortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora