Ana, Alejate De Mi.(Parte I)

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La exitación por parte de ambos, el deseo y el hambre de placer estaba a su nivel maximo. Solo bastaba con que uno de los se bajara los pantalones y se dejara ir sobre el otro en el piso meciendose hacia adelante y atras en su entrepierna para que Drew se follara a la pequeña de ojos marrones que tanto lo alteraba y para que Ana perdiera su virginidad en un impulso de placer y exitación.
La delgada linea entre el deseo y la razón hubiera estado apunto de romperse si Drew no se hubiera detenido de la nada guiado por un repentino presentimiento.

-¿Qué sucede?-preguntó Ana al sentir como dejaba de darle placer con su mano. Aún agitada vio el pantalón desabotonado de Drew, una enorme erección luchaba por salir del boxer, dirigio su mirada a su entrepierna, sus vaqueros estaban desabrochados y sus piernas abiertas. Al ver la expresión de Drew supó inmediatamente que ambos se habian dejado llevar por un impulso. Avergonzada bajo del escritorio y abotono sus pantalones, aún sentia un hormigeo recorrer su entrepierna pero era mejor sentir eso que el miembro de un chico al que desconocia por completo.
《De Drew puede esperarse y pasarse por alto, él esta drogado y es inconciente de lo que hace pero...tú eres completamente conciente Ana¿Te das cuenta de lo que estuviste apunto de hacer?¡Estuviste apunto de entregarle tu virginidad a un completo desconocido en el despacho de una biblioteca!》

-Lo siento-susurro Drew-Siento haber intentado follarte en este lugar, siento haber intentado follarte sin conocerte.

Ana se sorprendio al escuchar eso. Drew parecia estar realmente arrepentido.

-No ha sido solamente tu culpa-continuo avergonzada-Yo también me he dejado llevar por el deseo-agregó sin despegar la mirada del suelo. Se mordio la mejilla sintiendose realmente nerviosa, claramente sentia como era que su cuerpo temblaba. La presión se le habia bajado-Creo que lo mejor sera continuar con el trabajo en otro momento-juntó sus cosas del suelo y tomando la mochila de la silla las puso dentro de ella.

-Ana-susurro Drew antes de que ella saliera-Alejate de mi, haz caso de lo que te dijo Mike. Olvida los prejuicios y obedecelo...por tu propio bien alejate de mi.

Al escuchar sus ultimas palabras ella se dirigio al patio empastado. Se sentó en las gradas y tratando de repasar lo que habia pasado se echó a llorar al darse cuenta de lo debil y sucia que se sentia en ese momento. El placer que Drew le habia dado solo habia durado unos minutos y tal vez fue el más grande que pudó haber sentido en su vida sin embargo le habia costado un gran arrebato de dignidad por su parte al obtenerlo en el despacho de una biblioteca y de un completo desconocido. Tratando de controlar su llanto se aferró a su mochila abrazandola lo más fuerte que pudó.
《Woods...eres una cualquiera》

Drew habia follado por unos minutos con una bibliotecaria de veinticinco años en el almacen de la biblioteca, habia fumado hierba estando con ella, la habia obligado a darle sexo oral sin embargo no le habia bastado con eso. También buscó el placer en otro cuerpo, un cuerpo casto, inocente y puro, el cuerpo de Ana Woods. Quizó probarla y comprobar si era tan buena como el lo imaginaba. Solo con tocar su entrepierna y alterarla el se sintio realmente exitado, ver sus discretos labios llamando a los suyos mientras las pequeñas muñecas del pequeño ser de ojos marrones tocaban su culo empujandolo hacia ella realmente lo alteraba. En ese momento él y Ana se deseaban mutuamente pero, algo dentro de Drew le recordo quien era realmente.
《No puedes tomarla, Ana es un ser casto y puro, encambio tú ya eres un alma consumida por el pecado, una sombra en la obscuridad no te atrevas a arrastrarla contigo y obligarla a perder el alma.》
Encendió otro cigarro de marihuana mientras volvia a casa. Cuando su madre vio el aspecto que tenia al estar recostado en su cama se acercó a él recargandolo en su abdomen. Acaricio su cabello lentamente observando como poco a poco se iba quedando dormido.
Rebeca Collins sabia perfectamente como cuidar del atormentado pequeño que seguia atrapado en el cuerpo de un adolescente de diezciocho años llamado Drew Collins. Cuando se aseguro de que su hijo estuviese completamente dormido le dio un beso en la frente y salio de la habitación, realmente le partia el alma ver en lo que se habia convertido su pequeño hijo por culpa de su padre.
Eran las nueve empunto de la noche cuando Drew desperto. Las escasas imagenes de Ana gimiendo de placer y pidiendole más cruzarón por su mente, estaba algo desorientado, confundia la realidad con la fantasia pero si de algo estaba seguro fue de su pensamiento al "creer" haber estado apunto de follar a una virgen "No la arrastres contigo"
Bajó los escalones y al llegar al comedor encontró la mesa puesta y a sus padres y hermano esperando a que la sirvienta llevara la cena.

Dos Sombras en la ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora