Seras Mi Todo, Pero No Mi Amor.(Parte I)

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Se sentia confundida y con un terrible dolor de cabeza, así fue la forma en que Ana despertó. Desconcertada de no saber dónde se encontraba comenzó a asustarse cada vez más, se aferraba fuertemente a la sabana mientras observaba detenidamente la habitación dónde se encontraba y trataba de responder las mil preguntas que le cruzaban por la mente. Lo primero que vio al despertar fue el enorme cuadro de Dante frente al paraiso, observó detalladamente al bello angel que extendía los brazos para recibirlo, quedó cautivada al verlo sin embargo no obtuvo la misma sensación al ver los otros cuadros que colgaban en las paredes de los lados, en unos se apreciaba claramente a  Barbatos y Prusias mientras que en otros se mostraban Abrahel, Gomory, y Yecum. Ana quedó sorprendida con la belleza de tales demonios, la forma en que envolvian a cualquiera solo con su mirada era admirable sin embargo algo que realmente la sorprendio fue el cuadro que estaba encima de la cabecera, se trataba ni nada más ni nada menos que de Semihazah, el rey de los angeles caidos.
《¿Qué clase de hombre podria dormir tranquilamente rodeado por estos cuadros?》
Se preguntó al instante entonces, alguien abrio la puerta blanca del cuarto de baño, por fin descubriria la clase de hombre con la que fue a caer estando completamente ebria.
Con el cabello mojado y una toalla enredada en la cintura que hacia lucir su trabajado cuerpo Drew salió del cuarto de baño.
Ana quedó boquiabierta al verlo, horas antes habia soñado con él, entre sueños lo habia besado en su auto-o al menos ella creia habia sido un sueño-Y ahora lo tenia justo frente a ella, practicamente desnudo.
《¿Como es posible que haya dado con él?》
Pensó al cruzar sus piernas. Sentirlas completamente desnudas le aterró pues para eso tendria que estar ella desnuda. Al dar un pequeño vistazo notó que no tenia el vestido puesto más aún llevaba la tanga y el top. La sola idea de creer que Drew le habia arrebatado la virginidad sin siquiera recordarlo le aterraba, la hacia sentirse sucia era algo mucho peor a lo que sintio después de lo que sucedio en el despacho de la biblioteca.

-Despertaste-dijo Drew al sacar un boxer del cajón-Crei que jamás lo harias.

-¿Qué sucedio anoche?-la voz le flaqueo-¿Por qué estoy aqui?

-Sabes Ana creo que lo mejor seria que hablaramos de eso después. Acabas de despertar y...

-¡No quiero hablar después!-grito sin embargo el dolor de cabeza que sentia la hizo quejarse al oirse a si misma-Demonios-dijo al tocar su cabeza.

-¿Vez a que me refiero?

Drew se pusó la ropa interior frente a ella. A pesar de todo no le molestaba estar desnudo frente a Ana.

-Anoche te embriagaste a más no poder, es normal que hayas despertado con resaca.

-¿Me diras que sucedio anoche?.

-No en las condiciones en que estas.

Se quito la toalla de la cintura y se secó el cabello frente al espejo. Ana tenia frente a ella una amplia vista de su culo, y, ver las gotas de agua que resbalaban por su espalda y lo alborotado que habia quedado su cabello lo hacia ver aún más sexy.

-¿Entonces que debo hacer para que me lo digas?

-Primero debes tomar la pastilla que esta a un lado de ti.

Ana giro la cabeza a ambos lados. En el buro derecho habia una pastilla y un vaso de agua pura.

-Después tomaras una ducha en esta misma habitación, no quiero que salgas hasta que yo lo decida. En el cuarto de baño encontraras algunas cosas que te serviran además de toallas. En las bolsas que estan en el sofa hay ropa, quiero que te la pongas y por ultimo quiero que bajes al comedor, esta justo al bajar los escalones así que no creo que te sea dificil encontrarlo ¿Entendiste?-Ana asintio lentamente-Bien,¿Qué esperas?.

Dos Sombras en la ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora