Lazos de un nuevo destino [Inuyasha//Editado]

¿El hechizo sigue buscando acabar con el clan?

Capítulo 8:

-¡Sí, ahora Rin tiene mamá y papá!- Dijo Rin mientras saltaba de aquí para allá, pero Kagome se quedó pensativa, si ella se suponía que era su madre, entonces su padre era. Y tal como pensó vio como Rin se dirigió hacia el frio youkai.

-¿Ha oído señor Sesshomaru? Ahora Rin tiene una mamá.- Dijo mientras le sonreía, al hacer eso el demonio se arrodilló ante la pequeña humana y le revolvió el pelo. Un acto que enterneció a Kagome al instante.

Pasaron dos horas en las cuales Kagome y Rin se la pasaron hablando de cosas como las flores y los viajes de la chica. Pero a mitad del trayecto Sesshomaru se detuvo y apareció Naraku.

-Vaya vaya, así que dejaste al medio demonio por el youkai, eso es caer muy bajo Kagome.- Dijo el asqueroso ser sonriendo. Kagome optó por no decir nada, pero por dentro quería matarlo. Sesshomaru fue el primero en atacar y Kagome no tardó mucho en participar. Al transformarse Kagome, Kagura apareció con ganas de jugar.

-Es de mala educación interrumpir.- Dijo mientras atacaba a Kagome.

-Yo no iba a interrumpir nada, solo a acabarlo.- Respondió esta mientras lanzaba las afiladas plumas hacia la extensión de Naraku.

-¿Qué se supone que eres ahora?- Preguntó malherida sobre su pluma.

-Soy una ángel, ¿algún problema?-Respondió Kagome, querría acabar ya con ese estúpido juego de preguntas y respuestas. Pero al querer dar su último ataque, vio como una flecha sagrada se dirigió hacia Sesshomaru.

Voló lo más veloz que pudo, cogiendo la flecha entre sus dedos, como la vez que lo hizo Sesshomaru cuando ella misma se lo lanzo.

Bajó la mirada y vio a Kikyo, Inuyasha y sus amigos. ¿Por qué Kikyo quería dañar a Sesshomaru? Algo le olía mal, si Kikyo odia a Naraku, porque lo estaba defendiendo.

-¿Pero qué haces? No ves que así no acabara nunca esto.- Dijo Kagome, la sacerdotisa solo rodó los ojos y se preparó para lanzar otra flecha, pero no era la única que atacaba, Kagura no se quedó atrás y viendo la desventaja de Kagome, decidió unirse a Kikyo.

-Esto es increíble, no puedo con dos yo sola.- Echó un visto hacia donde estaba Sesshomaru, el cual peleaba con la agilidad y la destreza digna de un lord, contra Naraku. Mientras que Inuyasha se le unía. Y aunque sus movimientos no eran para nada dignas de un lord, sus ataques eran poderosos como tal.

Kagome se distrajo un instante y Kikyo y Kagura la atacaron, para la azabache eso era muy extraño, ¿por qué las dos la atacaban a ella? ¿No se supone que los malos son Naraku y sus extensiones? Mientras luchaba con las dos mujeres, Kikyo se descuidó pero Kagura se interpuso entre el ataque y la sacerdotisa de barro.

Si hasta ahora era raro el comportamiento de ambas mujeres, al ver como Kagura la protegió con su cuerpo fue aun más raro.

-Pero que...-Inuyasha vio como Kagura protegió a Kikyo y como Naraku de vez en cuando miraba a Kikyo.

Pero Kagome no era tonta y se dio cuenta del engaño de Kikyo, así que decidió acabar con de una vez por todas con Kagura, la cual murió dando las gracias por liberarla de un mundo tan cruel como ese. Kagome solo sintió pena, al final Kagura no era tan mala como parecía.

No perdió más tiempo y se elevó por los cielos dio unas cuantas piruetas y cuando supo que Kikyo ya no sabía dónde estaba, bajó y se la llevó de allí.

-Suéltame.- Gritaba Kikyo pataleando. Kagome no hizo caso y se aseguró de estar lo más lejos posible de donde estaba teniendo lugar la batalla. De repente se paró.