CAPÍTULO - 4

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El doctor no vio nada grave o preocupante en el hecho de que me desmayara. Viví muchas emociones en poco tiempo, desde la salida del hospital hasta la llegada al salón de bailes, aparte de lo obvio: estoy embarazada, y en el primer trimestre. Aún así me revisó, por la tranquilidad de mis padres.

- No deberían ponerle demasiada atención a los desmayos en estos momentos del embarazo, es natural.

- Yo nunca me desmayé durante mi embarazo con Rosa. - Dice mi madre, no muy convencida.

- Cada cuerpo es un mundo, y cada embarazo es diferente. Podemos pensar que lo que vivió influye, pero no sabemos si es su cuerpo o el trauma lo que causa sus desmayos. Lo que sí, está en buen estado.

- Muchas gracias doctor, intenté decirles que es normal que esto suceda, y acabo de salir del hospital, estoy débil aún.

- Correcto, pero si les preocupa demasiado, les daré unos tips para diferenciar un desmayo preocupante de uno típico o normal en mujeres embarazas.

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Despedimos al doctor y nos dirigimos a la piscina como estaba previsto desde el inicio. Los padres de Julián estaban ambos en lo que parecían asuntos del trabajo. Uno al teléfono y el otro en su ordenador portátil. Cuando nos vieron llegar, dejaron lo que estaban haciendo lo antes que pudieron. Algo que siempre me pareció algo positivo de ellos.

Siempre tuvieron mucho trabajo y viajes de negocios, pero nunca dejaron a Jul solo, ni a la hora de la comida, ni al salir a sus viajes. Hacían lo posible para no irse o llevarlo con ellos, sino se dividían. Uno se quedaba y el otro viajaba. Estaba siempre uno de los dos presente en todo lo necesario. Nunca le dejaron de dedicar amor. Aún así, trabajaban mucho. Les llevaban muchos regalos y a veces el solo quería pasar tiempo con ellos, como ver una película. Sin interrupciones, llamadas o retrasos por trabajo. Igual siempre vi respeto en ambas direcciones y amor compartido sin medida.

- ¿Cómo te encuentras Rosa?

- Me encuentro mucho mejor Francisco, gracias.

- ¿Ya no me llamarás Franc?

- No sabía si a esta edad te seguiría llamando así, por eso opté por el nombre completo.

- Siempre has sido muy inteligente. Pues la verdad estabas empezando a cambiar al nombre completo, pero por costumbre, siempre fue Franc.

- Bueno saberlo, Franc.

Reímos todos juntos, mientras nos acomodamos en la mesa con sombrilla y observamos a los pájaros en el aire y las abejas en las flores. Hablamos de cosas banales, como comida o costumbres y tradiciones. Mi madre me actualiza con la farándula y yo feliz la oigo.

El tiempo pasa volando y en poco tiempo es hora de cenar, Flor nos avisa que la mesa está colocada y solo esperan por nosotros para servirnos. La cena estaba deliciosa y no se sintió ostentosa en lo más mínimo, de hecho se sintió bastante sencilla y casera. Me gustó mucho eso.

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Los padres de Jul se retiraron a dormir, ya que tendrían que salir en la madrugada para su viaje. Desde que Jul terminó sus estudios y trabaja, empezaron a irse a los viajes juntos sin tanto miedo. Jul además se encarga de la empresa desde aquí, algo que sus padres aprovecharon para expandir su negocio en otras ciudades. 

Mis padres, aunque eran plenamente bienvenidos y tenían su habitación preparada, decidieron regresar a su casa. Según ellos por las mascotas, pero yo creo que era para comprobar si Rodrigo realmente iría a buscarme allá. Lo dejé pasar como si no me diera cuenta, parece ser un tema delicado para ellos, y eso que yo soy la acosada por mi ex.

RECORDAR (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora