CAPITULO - 3

25 2 0
                                    

La luz entrando por la ventana me daba en los ojos y notaba olor a alcohol en mi nariz. Abrí los ojos para encontrarme a una señora con cara dulce, pero preocupada frente a mí. Tenía un algodón en la mano, supongo que de ahí proviene el olor a alcohol. Me remuevo un poco, algo incómoda con el olor para este entonces. Ella nota que estoy despierta, me dice que espere un momento y sale a prisas.

La habitación en la que me encontraba era muy acogedora.

Tenía una mezcla entre moderna y antigua. Esta mezcla entre metal y madera, entre transparencia y opacidad, entre tonos oscuros y pastel.

Frente a la cama en la que me encontraba tenía una televisión plasma, demasiado grande para ser sincera. Debajo de esta se encontraba una chimenea de pared.

A mi lado derecho había un gran ventanal que ocupaba casi toda la pared, dando a una terraza con vistas a un precioso jardín con piscina y un cielo completamente despejado, la fuente de la luz que me cegó. Entrando a la habitación desde la terraza y aún a mi derecha se encontraba un gran escritorio y muy vacío con una estantería a su lado. "Luego reviso los libros, seguro hay alguno interesante". Al frente del escritorio (a la izquierda de la televisión) estaba un tocador con productos de belleza y maquillaje. "Perfecto... Seguro tengo la piel súper seca, y a saber como tengo mi rostro o mi cabello...". Al lado derecho de la televisión se encontraban dos puertas cerradas "tiene que ser el armario".

Más cercano a la cama, una mesita de noche con una lámpara pequeña color crema. Al otro lado de la cama, mi izquierda, se encontraba otra mesita de noche con una lámpara idéntica a la anterior. Luego, más allá habían dos puertas, una tenía que ser la del baño y la otra la entrada. La cuestión es, ¿cuál es cuál?

Estaba retirando la manta que me cubría, a punto de ponerme de pie, cuando entraron Julián, mis padres y la señora de antes, todos con alivio en sus rostros. Desde la puerta más alejada de la cama. "Misterio resuelto"

- Hemos llamado al doctor, aunque Julián nos insistió de no hacerlo. Nos dijo que podía suceder, pero igual está de camino.

- Mami, no era necesario, estoy bien.

Me siento en la cama y siento un pequeño mareo, por lo que bajo un poco la cabeza y me quedo un momento así. Julián se agacha frente a mí y se sujeta de mis rodillas.

- ¿Seguro que estás bien? Me preocupaste mucho, te dieron el alta hoy mismo.

- Exacto, aún tengo que terminar de recuperarme - le acaricio la cara para que darle calma. - No te preocupes, todo va a estar bien.

- ¿Porqué ahora no lo está?

- Porque no puedo asegurar nada, ya me desmaye hace un momento. - Me esfuerzo por no poner los ojos en blanco al decir esto.

Levanto la cabeza al sentirme mejor y miro a mis padres.

- En serio, no sé preocupen por nada. No estoy perfecta, pero todo va bien.

Suena el timbre y la señora sale de la habitación.

- ¿Quién es esa mujer?

- Es el ama de llaves. La conozco desde que me mudé, al parecer mis abuelos lo prepararon todo. Se llama Flor, es un amor y además te tiene mucho cariño. Una pena que no la recuerdes, ella varias veces te... - Parece darse cuenta de cometer un error y deja de hablar.

- ¿Qué? - Miro a mis padres y comparten una mirada con Julián, parece haber un entendimiento entre los tres que no me gusta. Porque sé que no me van a decir nada. - Bueno, está bien, no me digan. Pero recuerden que recuperar la memoria no es dejar las cosas al aire. Contarme las cosas puede ayudar también. No habré estudiado medicina, pero no creo que las series y películas mientan tanto.

RECORDAR (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora