Secrets

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Miro a Dani en busca de ayuda para explicarles esto. No sé ni por dónde empezar.

- A ver –Empiezo a decir–, esto es raro pero tenéis que creerme. Soy Carlos, es mismo Carlos que está en Auryn con vosotros. Esta mañana me desperté y era un chica, no me preguntéis como.

Blas, Álvaro y David se miran entre ellos y empiezan a reírse. Lo que me faltaba ya, me han vestido peinado y maquillado (si, Andrea me ha maquillado) como si fuera una Barbie gigante y ahora se ríen de mí.

Me levanto del sofá, me voy a mi habitación y cierro la puerta dando un portazo. Me tiro en la cama sin hacer nada, simplemente mirando el techo. Ahora mismo quisiera poder dormirme y al despertar todo hubiera sido un sueño.

Me quito la ropa quedándome con la ropa interior y una camiseta, no quiero más sustos como el de esta mañana. Miro la hora antes de dormirme y solo son las doce y treinta y tres. Demasiados sucesos en tan poco tiempo.

Me meto en la cama y me arropo hasta arriba para que no me moleste la luz que entre por la ventana. Me despierto no sé si con el sonido de alguien llamando a mi puerta o el de mi barriga pidiendo comida.

Me levanto de la cama y antes de abrir me miro en el espejo. Sigo sin volver a ser yo mismo, todavía no soy una chica. Abro la puerta tras ponerme unos pantalones. Al otro lado de la puerta está uno de mis compañeros de grupo.

- ¿Qué quieres? Si has venido a reírte, ya puedes irte por dónde has venido.

Voy a cerrar la puerta pero él pone el pie evitando que lo haga.

- Perdón por haber reído antes. –Me dice Blas con arrepentimiento en su mirada.– No-no sabía cómo reaccionar. Pero te-te juro que a-ahora mismo te creo, no tiene ninguna explicación racional ni lógica pero te creo. –Se acerca a mí y me abraza. Enseguida se separa y mira al suelo.– Ve-venía a decirte que ya está la comida

- No tengo hambre. –Miento pero mi barriga ruge pidiendo comida.

- Anda, baja a comer, te estamos esperando.

- Está bien. –Respondo alargando la última e.

Sale de mi habitación y le sigo hasta el salón donde están todos sentados. Me siento entre Dani y Álvaro, enfrente de Blas. David no me quita la mirada de encima desde el momento en que bajé las escaleras.

Comemos todos en silencio y, pese que no levanto los ojos del plato, sé que todos están mirándome. Levanto la vista y se cruza con la de Blas que enseguida la aparta de mí. Termino mi ensalada, meto el plato en el lavavajillas y me subo a mi cuarto con una tableta de chocolate.

Me tumbo encima de la cama y enciendo mi portátil. Abro la carpeta de películas y decido ver Harry Potter y la Cámara Secreta . Abro la tableta de chocolate y le doy al play. Durante dos horas mi cerebro desconecta de todo y solo se centra en el Heredero de Slytherin y la "limpieza" de sangre en Hogwarts.

La puerta de mi cuarto se abre y veo que entra Álvaro y David. Sin decir nada, se apoyan en la pared y me observan. Intento ignorarles y acabar de ver los cinco minutos que le quedan a la película pero mis nervios no aguantan.

- ¿Qué queréis? –Les pregunto bajando la pantalla del ordenador y sentándome en la cama.

- No nos creemos tu milonga de que seas Carlos. –Dice David cruzándose de brazos.– Es completamente inverosímil. Dinos ya quien eres si no quieres que llamemos a la policía.

- Ya os lo he dicho, soy Carlos.

- Queremos la verdad. – David me mira serio.

Muy pocas veces le he visto tan serio.

- Álvaro, ¿si no fuera Carlos, sabría que ayer alguien te dio un pico al acabar el concierto? Y no fue precisamente una fan quien no te lo dio.

Álvaro agacha la cabeza y sé que se está poniendo rojo. Fue Blas quien le besó y yo les pillé por casualidad. Olvidé el móvil y cuando volví, simplemente los vi.

Ese beso no significa que están juntos, es más, Álvaro es heterosexual pero a Blas sí que le gustan los chicos y sospecho que está enamorado del barbas.

- Y David, ¿alguien más aparte de tu y yo sabe lo que pasó con la última fan que vino a un Meet & Great? –David hace como que no sabe nada– Si, esa chica con la que te llevaste tan bien.

- Mía. –Susurra David más para sí mismo que para el resto.

- ¿Me creéis ahora?

Ninguno dice nada. Pero sé que están seguros de que soy yo. Ninguno de ellos ni yo mismo contaríamos a otra persona ninguna de las cosas que hemos dicho aquí.





!Feliz Navidad¡ Antes de nada siento haber tardado tanto en subir, espero que para el siguiente no tengais que esperar tanto.

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Carlos... ¿o Carla?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora