-¡Jaaaaaadee!- eran las 6 de la mañana de un domingo y mi madre chillaba desde el piso de abajo.
-¿Que quieres mamaaa?- respondi tapándome la cara con el edredón.
-Tu avión sale en tres horas y ayer no acabaste de hacer la maleta.
-Mierda.
Me levanté de manera patosa y fui a darme una ducha, preparé todo lo que faltaba y mientras desayunaba sonó el timbre. Fui corriendo porque sabía que eran mis amigos.
-Feaaaa- Jacob entró corriendo y me abrazó muy fuerte.
Noah y Mason empezaron a reír porque casi me caigo.
-Chicos ¿me ayudáis a elegir la ropa para hoy?- los tres asintieron y me acompañaron a mi cuarto. Ellos vestían genial y siempre me ayudaban.
En cuanto estuve lista me despedí de los chicos, Mason me dio un regalo yme dijo que no lo abriese hasta llegar.
Cuando estaban a punto de irse Noah quiso hablar conmigo en privado.
-Jade quiero sepas que eres como mi hermana pequeña y que siempre voy a cuidar de ti, me importas mucho, muchísimo. Si alguien te hace daño ahí fuera llámame, en serio, iré tan pronto como pueda. Se que suena muy cursi. -sonrió- Quiero que estés bien.
-Te quiero Noah, estaré bien.
Aria me estaba acabando de planchar el pelo.
-Oye... ¿tienes alguna idea de que vamos a hacer cuando lleguemos?-pregunté.
-Si, pasárnoslo bien juntas.- Aria siempre era muy positiva, disfrutaba de la vida y parecía como si nada le afectase, aunque en eso se parecía a mi.
Mi madre nos llevó al aeropuerto, durante el camino no paró de hablar de que deberíamos pensar más en el futuro, de que teníamos que tener cuidado en Italia, de que no nos emborrachásemos porque nos podían violar, de que controlásemos el dinero que gastábamos, de que no nos metiésemos en lios, de que... etc.
El vuelo iba a ser muy largo, por eso nos vimos obligadas a ir en primera clase, ya que teníamos que dormir y la clase turista es realmente incómoda. Cuando llegamos ya era de noche y fuimos al hotel.
La habitación estaba muy bien decorada, paredes blancas con muebles en plateado y azul turquesa, nustras camas eran grandes y estaban al lado una de la otra.
Recordé que Mason me había hecho un regalo así que lo abrí, dentro encontré una libreta, era pequeña y apenas tenía hojas. La tapa era marrón, sencilla. En la primera página el chico había escrito "Quiero que me devuelvas esta libreta en cuanto vuelvas, escribe en ella lo mejor que te haya pasado mientras has estado fuera. Te quiere, Mason." Al principio pensé que era una tontería, pero tampoco era mala idea.
Me desplomé en la cama y cerré los ojos.
-Jade ¿en serio crees que nos vamos a ir a dormir en nuestro primer día en Milán?- dijo saliendo del baño con un vestido rojo cortito.
-Ariaaaa, no. Estoy cansada.
-Dijiste que nos lo ibamos a pasar bien, así que levántate y ponte tu vestido negro, nos vamos.
-Ni siquiera sabemos a dónde ir.- Me quejé.
-Jade, eres una plasta. Lo tengo todo pensado.- Entonces sonó el timbre.-Ya están aquí - sonrió y fue a abrir la puerta. Aparecieron dos chicos italianos guapísimos y Aria me miró, negué con la cabeza, no puede ser, lo tenía todo pensado. -un momento chicos, aún no estamos listas. - Les cerró la puerta en la cara y corrimos a prepararnos.
***
Estuvimos una semana en Italia, el plan era quedarnos dos meses, pero Aria se moría de ganas por ir a Irlanda, así que seis días después estábamos saliendo del aeropuerto de Dublín.
Durante aquella semana en Italia Aria y yo estuvimos liadas con aquellos dos chicos italianos tan monos, pero tampoco me dio ninguna pena irme, a fin de cuentas me había prometido no atarme a nadie, para así seguir disfrutando del viaje, hasta ahora todo había ido muy bien. Mi madre me había estado llamando por telefono todas las noches para asegurarse de que estábamos bien y los chicos tambien habían contactado conmigo.
Antes de ir a Dublín estuve viendo apartahoteles y enconté uno perfecto, Aria aún no lo ha visto, pero espero que le guste.
Milán había sido precioso y me moría de ganas por conocer Dublín.
Multimedia: Jade y Aria
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