Capítulo 5- El yate

27 3 0
                                    

Aria no vino a dormir, por la mañana tampoco estaba, ni llegó a la hora de comer. Supuse que estaría ocupada con Chase y bajé a comer a la cafetería del hotel. Era un sitio pequeño, estaba algo abandonado pero era tranquilo. Nunca había venido a comer aquí antes, pero hoy no me apetecía nada salir. Me senté en una mesa cuadrada de madera con un mantel de cuadros. Había cuatro sillas y me senté en la primera que vi. Se acercó a mi una camarera con uniforme color azul celeste muy sencillo y me preguntó que que iba a tomar. Pedí un plato de huevo, ensalada, patatas fritas y bacon. A los quince minutos ya estaba comiendo. Le estaba dando un sorbo a mi refresco cuando escuché que se abría la puerta del establecimiento, alguien pasó por mi lado y levanté la mirada. Mierda. Era Ethan, el chico que había venido a mi apartamento la noche anterior. Bajé rápidamente la mirada y continué comiendo como si nada.

-¿No me invitas a sentarme?- genial, ya me ha visto.

-Lo siento, está ocupado- le sonreí falsamente.

-¿Si?¿Por quién?

-Por mi amiga Aria.

-¿La novia de Chase?

Me atraganté con una patata ¿novia? Creía que habíamos quedado que durante este viaje nada de novios.

-¿Como que la novia de Chase?- pregunté alzando una ceja.

-Si. Hoy llamé a Chase para ir a dar una vuelta y me dijo que tenía planes con su nueva novia.- contestó tranquilamente.

-¿Estás seguro de que era Aria?

-Eso me dijo. Y para de hacerme preguntas porque no se más.- me pidió mientras se sentaba en la silla de enfrente- ¿te caigo mal o algo?- cuestionó mirandome a los ojos.

-No, no me cae mal nadie. Simplemente me pareces un poco descarado.- dije dándole otro sorbo a mi bebida.

Rodó los ojos.

Seguimos hablando otro rato. Me di cuenta que no era mal chico y le invité a mi apartamento a ver una película.

Abrí la puerta y nos sentamos en el sofá. Él se puso a buscar la película mientras yo fui a preparar palomitas. Al llegar, Ethan estaba sentado en el sofá, esperándome.

-¿Que peli has elegido?- pregunté.

-Anabelle.- dijo sonriendo divertido.

-No.

-¿Por qué no?

-Porque no, siempre pasa lo mismo cuando un chico y una chica ven una peli de miedo juntos. Y hoy no tengo ganas.

-Que mal pensada. Yo quiero ver Anabelle, y si tu no quieres podemos hacer otra cosa.

-¿El que?

-Tranquila malpensada. Decía de alquilar un barco y dar una vuelta por el río.

-No me voy a gastar el dinero en un barco- suspiré.

-Yo te invito.- declaró levantándose del sofá- ponte un bikini. Nos vamos.

-Vale, pero tu te quedas aquí abajo.- le fulminé con la mirada y me fui a cambiar. Cerrando bien la puerta.

Llegamos a dónde se alquilaban los barcos y pedimos un yate pequeño.

-¿Van a necesitar un capitán o tienen licencia para pilotar un barco?- nos preguntaron.

-Tengo licencia- respondió Ethan finjiendo seriedad, pero cuando el hombre se dio la vuelta me miró aguantando la risa.

Cuando llegamos al barco Ethan se quedó un momento observando los mandos.

-Vamos a morir.

-Tranquila esto debe ser fácil.- musitó rascándose la nuca.

Primero giró las llaves y el barco pareció ponerse en marcha. 

-Jade ven aquí- me hizo un gesto con la mano y me acerqué.- Dale a esta palanca hacia abajo.

-¿Que? No. ¿Por que no le das tu?

-Porque no se para que sirve, y si morimos al menos no habrá sido culpa mía.

Le miré con odio- No pienso hacerlo.

El chico resopló y bajó la palanca. Todo el barco empezó a sacudirse y de un momento a otro arrancó a toda velocidad, por lo que grité muerta de miedo y me agarré a una barandilla con todas mis fuerzas. Poco a poco el yate fue llendo mas y mas despacio.

-Si rompes la barandilla la pagas.- me solté rápidamente y vi como Etan se reía de mi.

-No me hace gracia- le miré con desprecio.

-A mi si.

¿A ti si? Pues vas a ver, me acerqué corriendo a él y lo empujé con fuerza provocando que se caiga por la borda. Después de unos segundos vi que no salía a la superficie y me puse muy nerviosa. Me lancé al agua sin pensarlo. Estaba helada. Empecé a mirar en todas direcciones y no veía a Ethan. De repenté noté como algo me agarraba el pie y tiraba de mi hacia abajo. Me puse a gritar y sentí como soltaban mi pie. Alguien salió del agua y se puso al lado de mi.

-¡Ethan!- grité y nadé hacia él abrazándole muy fuerte.

-¿Me echabas de menos?

-¿Eras tu el que me agarraba el pie?

-Puede.

-¿Eres idiota?- ya me había enfadado- me has dado un susto que flipas. Pensé que te habías matado. ¿Te has hecho daño? No quería hacerte daño. La broma de hacerte el muerto está muy gastada, no me hace ni gracia, enserio, pensé que ...

-Ssh.- me interrumpió acercándose demasiado a mi.




Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora