-Aléjate.- dije empujándole ligeramente hacia atrás.
-¿Y a ti que te pasa?- me preguntó mientras yo me subía al yate de nuevo.
-Que no quiero acabar como Aria.
-¿Por que no?- cuestionó mientras nadaba también para subirse al barco
-Porque no.- cerré la puerta de cristal de abajo. Ethan subió arriba y fuimos de vuelta al puerto.
Durante el regreso al hotel estuvimos en silencio, noté como me miraba de reojo en ciertas ocasiones, pero nunca le devolví la mirada. No quería sentir nada por nadie, estaba convencida que de hacerlo acabaría por no disfrutar o finalmente me harían daño. Al llegar cada uno se fue por su lado, como si nada.
Abrí la puerta y la cerré detrás de mi, desplomándome sobre ella y resbalando hasta quedar sentada en el suelo. Estaba agotada.
-¿Jade eres tu?- Aria se asomó desde el piso de arriba con una toalla enroscada en el pelo.
-Aria, tenemos que hablar.
-Ya lo sabes- suspiró y bajó las escaleras.
-No quiero reñirte, solo me ha sorprendido, más que nada porque eras tu la que me dijo ochenta mil veces que no nos podíamos atar a nadie, que iba a ser un viaje de chicas, que como mucho algún rollo de una noche, que nada de sentimientos...- me miró como disculpándose.
-Lo siento, pero Chase tiene algo especial, me gusta.- No sabía muy bien que decir.- Cuando llegue la hora de irse podré dejarle.
-¿Sabes que? Da igual. A partir de ahora voy a actuar pensando solo en mi misma ¿vale?- declaré mirándola con decepción.
Subí a la habitación y preparé un baño de espuma. Cogí mi mac y vi un capítulo de "Crónicas Vampíricas" mientras me bañaba.
Ya estaba oscureciendo y decidí ir de compras. Me puse un abrigo grande gris y salí a la calle. Fui a la zona donde estaban todas las tiendas. Entré en American Apparel, mi tienda favorita. Me compré dos tops, uno blanco con unas letras negras que ponían "QUEEN BEE" y otro granate con escote en forma de pico. Pagué y fui a HyM, allí compré unos vaqueros azul claro que me llegaban por el tobillo.
Empecé a pensar en Ethan, había sido una borde y tampoco pasó nada así que quise pedirle disculpas.
No sabía en que apartamento estaba así que fui a la cafetería donde nos encontramos hoy. No estaba allí. Había apenas dos mesas ocupadas y había un extraño olor a comida quemada. Me acerqué al mostrador y esperé a que apareciese la camarera. Tardó bastante, diez minutos aproximadamente. Le pregunté si le había visto y me lo negó. Que pérdida de tiempo.
Me dirigí a la recepción y allí pregunté en que apartamento estaba Ethan, pero como era de esperar me respondieron que no me lo podían decir.
-En ese caso ¿os importaría dejarle una nota de mi parte?- pregunté mordiéndome las uñas.
-Valee yo se la dejo.- la recepcionista era una rubia de voz chillona.
-Gracias.
Ya era de noche. Cené una ensalada césar. Hoy Aria también se había ido Chase. Me tomé una taza de leche fría con ColaCao y me fui a la cama.
A las doce me despertó el timbre en el piso de abajo. Me tapé la cara con la almohada e intenté volver a dormir, pero el maldito timbre volvió a sonar.
Me levanté torpemente de la cama y caminé como un zombie hasta el cuarto de baño y me lavé la cara. El timbré sonó por tercera vez.
-¡Ya voy!- chillé irritada. Odio que me molesten cuando tengo sueño.
Bajé por las escaleras con cuidado de no caerme pues aún estaba algo aturdida. Abrí la puerta.
-Hola Jade.- levanté la mirada y vi a Ethan sonriéndome. ¿Porque siempre sonríe?
-Quería hablar contigo- apuré las palabras porque estaba a punto de bostezar- pero no a las doce de la noche.
-¿Te he despertado?
-¿A ti que te parece?- me rio.- Bueno, quería disculparme por lo de hoy, porque no hice las cosas bien y fui una exagerada.
-No pasa nada. Quería que supieses que ya no voy a intentar nada contigo porque se ve que no estas para esas movidas así que te propongo que seamos amigos- me extiende la mano y la acepto.
-De acuerdo. ¿Quieres tomar algo?- ahora no creo que vuelva a dormir.
Entra y se sienta en uno de los sillones.
-¿Tienes helado?
-Si, ¿chocolate o coco?
-Chocolate.
Pongo una bola de chocolate para el y una de coco para mi y me siento a su lado.
-No sabía como hacer para disculparme contigo- le cuento- porque no sabía donde encontrarte.
-Estoy a dos puertas a la derecha de la tuya- prueba un poco de helado- para la próxima vez.
-¿Y por que estás en un hotel?- pregunto probando también n poco de mi helado. Estaba muy bueno.
-Jade, te has manchado, dice señalando mi boca con la mano en la que sujeta el helado.
Me lamo los labios y él niega con la cabeza.
-Más arriba.
Estoy buscando la mancha cuando Ethan me estampa el helado en la cara y grito al sentir el frío y la pegajosidad del helado.
-¡Te voy a matar!- intento mancharle a él tambien pero es más rápido que yo.
-No es justo.- protesto.
