En cuanto salí de clase encendí un cigarro, siempre me ayudaba a calmar la ansiedad que me dejaba el estrés de la escuela, camine directo a la cafetería pues era casi medio día y solo traía un puto café en el estomago moría de hambre, en el camino me encontré con algunos amigos y alguna que otra chica que trataba de llamar mi atención, yo solo les sonreía por cortesía en estos momento me importaba mas resolver mi problema nutricional que conseguir el numero de alguna de ellas.
Llegue a la cafetería, me senté en la mesa de siempre y espere que alguna mesera llegara a atenderme. No tardo mucho en traer lo que le pedí y me comí todo como si no hubiera mañana justo cuando terminaba mi teléfono comenzó a sonar. Era mi padre, conteste de inmediato.
-Dime, papá.-dije rápidamente.
-Hijo, un gusto poder hablar contigo deberías de contestar mas seguido el móvil.Puse lo ojos de blanco.
-Lo siento, he estado ocupado la escuela ya sabes.- encendí otro cigarrillo.
-Seguro.-dijo bromeando.-Por cierto, ¿como va la escuela?.
-La universidad a ido excelente, papá.- dije mientras le daba otra calada al cigarrillo, estábamos a mitad de octubre y hacia un frío de mierda.
-Me alegra oír eso, hijo, no olvides la gran responsabilidad que tendrás en unos meses cuando te gradúes, vas a dirigir este despacho...espera- dijo mi padre tras el teléfono, no pude escuchar lo que le decía una voz femenina.-¿David?.
-Sigo aquí, papá.
-Bien, escucha tengo que colgar tengo una junta importante, nos vemos en casa.Ni siquiera me dio tiempo de contestar cuando ya había colgado. Guarde el teléfono en el bolsillo de los jeans y termine con el cigarrillo mientras me ponía de pie para ir a mi siguiente clase. Justo cuando empezaba a ponerme la mochila y dejar unos cuantos billetes en la mesa por mi desayuno llego Jonathan, mi mejor amigo, mi hermano, "mi huevo derecho" como solía decir él, era un tipo alto, guapo y con un futuro tan prometedor como el mio, el sueño de cualquier chica o al menos así se describía a si mismo. Me dio un ligero golpe en el hombro a modo de saludo aventó la mochila en una silla y se sentó en otra quedando frente a mi, traía una sonrisa de oreja a oreja y los ojos le brillaba, pero yo sabia que esa sonrisa venia con algo, y como lo conocía bastante bien sería por una chica tal vez me contaría que acababa de tirársela en el baño o en alguna aula, Miró la carta aun sonriendo y la repaso con la mirada, levanto la vista y localizo a una mesera, pero no a cualquiera sino a Laura en cuanto ella lo vio Jonathan levanto la mano indicando que viniera, la analizo de arriba abajo y luego le mando una sonrisa picara.
-¿No piensas sentarte?- dijo sin quitar la mirada de Laura que venia caminando hacia nuestra mesa, tan sexy como siempre.
Negué con la cabeza -Tengo clase, ya me iba- dije haciendo lo que mi amigo, mirar a Laura.
-¡Hola chicos!, ¿como les va?- dijo ella con su mejor sonrisa tomando a Jonathan del hombro.
-Muy bien Laurita, ¿tu qué tal?-dijo mi amigo mirándola.
-Igual, me va genial.-Dijo ella y levantó la mirada hacia mi, yo tarde un poco en reaccionar, hasta que deje de escanearla y pase mi mirada de sus senos a su cara.
-A mi igual, todo bien...- dije inexpresivo, mire hacia la nada.
-Eso parece- sonrió y soltó un suspiro mientras sacaba su libreta de la bolsa trasera de sus ajustados jeans y una pluma de su coleta. Jonathan miro de nuevo la carta y comenzó a ordenar, por todo lo que pidió parecía que al igual que yo no había comido en años, Laura lo escucho atenta a la vez que anotaba, y yo la miraba mientras recordaba las veces que me la había tirado en alguna parte del campus, era por lo menos unos 3 años mayor que yo y que Jonathan, pero esta demasiado buena como para pasar desapercibida era alta con grandes pechos y piernas, un rostro que de inmediato atraía tu atención, nada angelical ella era pura sensualidad y lo mejor de todo era que no ponía pero alguno cuando se trataba de sexo, por eso mas de la mitad de la universidad se la había tirado, contando a Jonathan era una de las pocas chicas que habíamos tenido ambos pero sabíamos nuestros juegos y lo que significaban todas ellas para nosotros. Laura era como la fantasía de cualquier chico una mujer con experiencia en el rango, tenía poco que había regresado al trabajo luego de que un chico que para mi era gay la acusara de haberlo "seduciendo" por suerte todo se aclaro y teníamos a Laurita de vuelta, desperté de mis pensamientos al escuchar su sexy voz.
-Te lo traigo enseguida, corazón.-dijo Laura con voz seductora a Jonathan y se fue, mi amigo la sigo con la mirada hasta que ya no pudo verla, suspiro.
-Regreso más buena.- dijo volviéndose hacia a mi, yo mire mi reloj para comprobar que aun no era tarde para llegar a mi clase.
-Me tengo que ir.- dije poniéndome en marcha pero Jonathan me jalo de la mochila cuando pase a su lado con la suficiente fuerza como para mandarme directo de nueva a la silla.-¡Pendejo! tengo clase.- dije incorporándome en la silla, se cruzo de hombros sobre la mesa y me miro de nuevo con esa sonrisa estúpida de niño con juguete nuevo yo levante una ceja, quería golpearlo.
-Acaba de entrar una chica nueva.-Suspiro.
Lo sabia, su sonrisa era por eso.
![](https://img.wattpad.com/cover/53876053-288-k317650.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Say You Love Me
Teen FictionCuando tienes 21 años y eres un chico con el que muchas chicas quieren estar, con un futuro prometedor y un padre que tiene mas dinero que Dios, la vida es fácil, sin complicaciones y se vive bien. Así solía ser yo hasta que ella apareció, una chica...