Era Lunes por la mañana estaba sentado en la barra de desayuno en casa atrapado en mis pensamientos, seguía sin creer lo que había pasado el viernes pasado por mas que hacia un esfuerzo por recordar lo que había sucedido mi cerebro se resistía, tenia que verla hoy y aún no sabía que le diría, esto era una completa mamada nunca había tenido ningún problema con hablar con una chica después de tener sexo y aunque no me gustaba podía hablarles después con total normalidad "esas veces no estabas drogado como para no recordar nada" dijo mi subconsciente y era cierto a Alexa no podía decirle que, de mi memoria se había borrado todo pero pensé en que ella sabia lo que me me había pasado, debía de ser muy cauteloso si quería saber que me puso de esa manera, termine con mi desayuno de hot cakes con fruta, café y jugó de naranja en ese momento
Diana entró a la cocina como siempre casi corriendo me miro de reojo.
-Es tardisimo.
Se sentó frente a mi en la barra y se devoró lo mas rápido posible el huevo que le había hecho nuestra Nana.
Yo di el último sorbo a mi café y me puse de pie.
-¿Quieres qué te lleve?
Volteo rápidamente a verme y asentó con la cabeza.
-Si, esperame voy a laverme los dientes.
-Te veo afuera.
No sabia si realmente mi auto estaría afuera frente a la entrada como lo estaba todos los días, pero estaba y eso sin duda fue un gran alivio, ya le preguntaría a Jonathan sobre quien había conducido mi bebé hasta acá, subí y acomode un poco, olía mucho a alcohol pero no pude hacer mucho Diana ya estaba parada en la puerta del copiloto, entró y de inmediato vi su expresión de asco.
-Esto huele...
-Ya se, ya se.-Quise callarla.
-Huele peor que tú. Soltó una risa un tanto exagerada.
-Mensa.
Puse el auto en marcha, Diana y yo siempre habíamos sido muy unidos ella me contaba sus problemas existenciales, sobre su novio y todo eso. Yo prefería no contarle algunas de las estupideces que solía hacer.
En el camino me contó sobre Ramiro, su novio, dijo que en cuanto terminaran la prepa él se iría a estudiar a España y que estaba tratando de convencerla de irse con él cosa que ella para nada quería y eso los forzaba a terminar, mi hermanita estaba por experimentar su primera ruptura amorosa y bueno yo era el menos indicado para darle un consejo pero la escuchaba.
-Él ve todo muy fácil pero no es para nada así, ¿Qué pasara si estando allá no es lo que teníamos planeado?, tengo miedo de perderlo pero no quiero irme.
La mire de reojo para asegurme de que había terminado de hablar volví a mirar al frente.
-Creo que nadie debe de orillarte a hacer algo que no quieres, las personas rara vez pueden ponerse en tu lugar y es por eso que todo lo ven fácil, son egoístas. Por lo tanto mandalo a la chingada y dile que buen viaje.
Comenzó a reírse y yo con ella.
-Eres el mejor.
-Lo se, me sorprende mi habilidad para aconsejar a la gente.
-No me imagino como seras cuando este frente al despacho de papá, con esos consejos seguro seras un súper abogado.
-Gracias por las buenas vibras hermanita.
-por nada.- dijo guiñando el ojo.
Llegamos a la escuela a tiempo gracias a mi capacidad para el manejo.
-Llegamos preciosa.
Se quedo un rato mirando hacia enfrente hasta que reaccionó y me miro.
-Gracias por traerme y por escuchar, me alegra no haber muerto, ¿te he dicho que manejas horrible?.
-Sal de mi auto.- La empuje ligeramente, se bajo entre risas.
Yo seguí mi camino a la universidad que me quedaba un poco lejos pero llevaba tiempo de sobra, solo tenia una clase y era aquella en la que vería Alexa. Platicar con mi hermana me había distraído por completo de lo que paso con Alexa, aun no sabia que le diría y cada vez estaba mas cerca de verla.
Había acordado como siempre ver a Jonathan antes de clases en la cafetería así que en cuanto llegue a la universidad me dirigí allá, por suerte él ya estaba ahí.
-Imbécil.- le dije mientras me sentaba frente a él, estaba leyendo un libro de derecho penal lo espere a que terminara.
-¿Ya desayunaste?.- Dijo mirando, cerro el libro y lo guardo en su mochila yo asentí con la cabeza.
-Bien pues yo no, he estado en clase desde las 7am y necesito despertar de una puta vez tengo examen de en una hora.
Se veía un poco tenso pero Jonathan sabia lo que hacia y ese examen lo pasaría sin problema alguno.
Llego una mesera a atendernos, mi amigo no dudó en preguntar por Laura a lo que esta puso los ojos en blanco y contesto con un "no vino, ¿van a ordenar o ya me puedo retirar?" Jonathan le pidió un sin fin de cosas y yo sólo café.
-Espero que no se tarde o moriré de hambre.
Comencé a estar un poco mas tranquilo pero aun pensaba en que le diría al verla.
-Le estas dando demasiada importancia a lo que paso ¿No crees?
Jonathan llamo mi atención por completo, tenia razón me estaba preocupando demasiado por algo que aparentemente lo olvidaría mas antes de lo previsto, lo mire.
-Ya lo se.
-Pues entonces ya deja de pensar en lo que paso, wey, no mames hemos hecho cosas peores.
Obviamente, pensé.
-¿Qué propongas que haga cuando la vea?.
-Saludarla, preguntarle como esta y que tal le fue el fin de semana y ya o ¿qué pensabas decirle?.- puso sus codos sobre la mesa y su cabeza entre sus puños contemplándome.
-No se, algo como: ¿Qué verga me diste para que no me acuerde de nada?.
Mi amigo soltó a reír y yo con él, realmente sonaba muy de telenovela lo que había pasado pero que me pasara a mi lo hizo mas divertido, cuando terminamos de reírnos Jonathan hablo- Pinche historia ridícula wey.
Lo mire un poco luego ambos miramos en dirección a la mesera con nuestras comida, bueno la de mi amigo, dejo todo y se fue antes de que pudiéramos darle las gracias.
Solté un suspiro agobiado.
-Supongo que sabré que decirle cuando la vea.
Digo mas para mi mismo porque se que Jonathan esta demasiado concentrado en lo que esta comiendo y también para que yo me sienta mas tranquilo.
Él afirma con la cabeza y sigue comiendo, durante la siguiente media hora hablamos de cosas de la carrera mientras que mi amigo termina su desayuno, mas tarde nos encontramos con Erick y Leonardo, unos mas de nuestro clan, nos saludan y toman asiento junto a Jonathan y a mi.
-Que pedo nenorras.-dice Erick trae un cigarrillo y le hago una seña para que me lo pase le doy una calada y se lo devuelvo.
-Nada maldita.- Le responde Jonathan.
Leonardo esta concentrado en su ¡phone, seguro mensajeando con su novia, es el único de nosotros que cuenta con una.
Jonathan le da un golpe en la espalda lo cual hace que Leonardo se sobresalte un poco pero lo empuja de vuelta.
-Pendejo.- dice Leonardo y vuelve a teclear en el celular.
-Ya deja esa madre y pon atención.-dice Jonathan mirándolo divertido.
-¿A qué?. Leo ni siquiera lo mira.
-A mi, te extraño mi amor.
-Ya perritas.- les digo.
Erick solo nos mira tratando de no perder la paciencia, él es el amargado, pero una vez dejamos de jugar dice mirándome.
-¿Como luce tu Audi después de la fiesta?.
Capta mi atención, Erick suele ser el mas responsable y por tanto el que cuida de todos en las fiestas, él debió de haber llevado mi carro a casa aunque ni siquiera recuerdo haberlo visto en esa estúpida fiesta, pero no necesito mas explicaciones.
-Huele a alcohol y a cigarros, pero esta bien, gracias hermano.
Chocamos las manos y miro mi reloj, es hora de irme, me pongo tenso, llego la hora de verla.
Me pongo de pie y Jonathan lo hace conmigo recogemos nuestras cosas y nos despedimos de nuestros amigos diciéndoles que nos vemos mas tarde, caminamos en silencio hacia el edificio que nos toca, Jonathan se queda en la primer planta.
-Suerte, hermano.- Lo palmeo en la espalda.
-Lo mismo para ti mi estimado.- se ríe y entra a el salón.
En el camino trato de no pensar en nada, solo concentrarme en lo que repasaremos en clase pero no lo logro. Una vez llegó al mio tomo el lugar de siempre, me pongo tenso y siento mis manos temblar y comenzar a sudar cuando la veo justo a lado de mi asiento, escribiendo en un cuaderno, aprecio por un momento lo hermosa que se ve de esa manera, no como en mis recuerdos de ella en la fiesta que son borrosos y algunos nulos.
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Say You Love Me
TeenfikceCuando tienes 21 años y eres un chico con el que muchas chicas quieren estar, con un futuro prometedor y un padre que tiene mas dinero que Dios, la vida es fácil, sin complicaciones y se vive bien. Así solía ser yo hasta que ella apareció, una chica...