Amores no correspondidos

LA PRIMERA MIRADA

A los días, fue el carnaval en Sant Vicenç, yo fui disfrazada de policía, llevaba un bodi con una chapa de policía, un gorro, una porra y unos pantalones cortos con medias transparentes. Mis amigas iban de animadoras, yo decidí cambiar un poco, así que, me vestí de policía.

Quedemos todas en casa de Anna, se vistieron todas, se arreglaron y entonces salimos a dar una vuelta. Luego fuimos andando hasta la plaza España, allí era donde empezaba el carnaval.
No sabíamos dónde colocarnos, preguntemos al primero que vimos, nos dijeron que buscáramos a algún organizador del carnaval y le preguntásemos que numero éramos y nos daría un cartel con el numero y al final, encontremos a una chica y nos dijo que éramos el número 8, nos dio la cartulina y entonces fuimos a buscar al número 7 para ponernos detrás. Nos coloquemos y empecemos a andar con toda la gente que había allí, hasta llegar a la plaza Clavé, donde se celebraba un concurso para el mejor disfraz y mejor carroza.

Al rato me encontré con esa persona, nos miremos de reojo, me miraba como con una cara de no saber qué hacer en ese momento, ni yo tampoco sabía que hacer o que decirle.
Así que, no me arriesgue, y no dije nada, y esa persona tampoco me dijo nada a mí.

Andemos un poco mas y al rato, entonces, nos volvimos a ver, se me acercó y le pegué con mi porra y entonces, me metió kikos en el bodi y me molestó mucho, porque no me los podía sacar, y tuve que ir hasta la otra punta del pueblo, para entrar en un lavabo, el más cercano allí era el del pabellón.

Entre en el lavabo, me quité el bodi y con él los kikos, en verdad ese día me reí mucho, al principio me enfade, pero, después, la verdad que me hizo gracia.

Volvimos al carnaval, donde estaban mis amigas, Marta y Anna nos habían apuntado a todas en el concurso del carnaval, y tuvimos que pasar por delante de muchas personas. Esa persona, era una de ellas, me miraba con una fijación increíble, con unos ojos almendrados, seguí andando como si no pasará nada.

Cuando salimos de allí, me vino a ver, y me quito el gorro sin que me diese cuenta, yo lo buscaba por todos lados, y de pronto, apareció, por detrás de mí, y me tapo los ojos, me gire y le mire a los ojos y entonces me lo dio.
Luego me dio dos besos y se despidió de mi, se fue tras toda esa gente, en unos segundos ya había desapareciendo entre toda la multitud.
Después nos fuimos despidiendo todas, y yo llamé a mi madre para que viniera a buscarme, me subí al coche y solo subirme no pude parar de pensar en esa persona.
Al llegar a casa vi un mensaje en mi móvil, lo cogí, y sí, era esa persona.

Empecemos a hablar, y sin darme cuenta, ya se había hecho muy tarde, así que me quede, hasta dormirme escribiendo.

Al día siguiente como al anterior seguimos hablando, y hablando y hablando, y así días y días.