Capítulo 5.2 (FINAL)

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                                  #####   Perdón por la demora, los estudios son muy fuertes   #####

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—Pues, joven...

—Nick, señor.

—¡Nick!, eso es. Mira, quiero que entiendas que las cosas nunca salen como se quieren.

Noté que las cosas no habían ido bien por el tono preocupado de su voz y su tímida sonrisa sobresaliente por sobre su enmarañada barba.

—Lo sé, señor —dije conteniendo mi impotencia de saber lo que había sucedido.

—Entonces... ¿cuántos años dices que tienes?

—Dieciséis, señor... Pero eso no es importante en este momento, solo quiero saber lo que pasó.

—Eh... pues...

—Señor... —hice una larga pausa; me costaba mantener la formalidad con su incómoda forma de contarme los hechos. Jamás había hablado de esa manera a alguien, al menos que yo supiera, y era insoportable que me hablara como si no fuera a entenderlo. 

—Dime, Nick, ¿qué sucede?

—Perdón por decírselo, pero quiero saber lo que sucedió, y usted solo alarga el tiempo para decírmelo.

El anciano cambió su expresión infantil por una muy seria. 

—Vaya, así que lo notaste.

Me esforcé lo más posible para hacerlo menos notorio. Luego respondí con tranquilidad. Al parecer hablaría seriamente esta vez.

—Pues bien. Hablemos de hombre a hombre, Nick.

Al fin.

—Hiciste un perfecto trabajo al desenvainar tu navaja. De no haberlo hecho no habría llegado a tiempo. Me sentí preocupado por su ausencia, así que hice algo que prometí no hacer jamás. Es por eso que no quería decírtelo. Pero veo en tu mirada que entenderás lo que digo, y también el por qué no te lo conté antes, a pesar de tenerte una gran confianza.

Asentí.

—Mira, hace muchos años fui... "amigo", de Hiker.

Noté que mentía. No pude evitar decir lo primero que se me ocurrió:

—Es su hermano, ¿verdad?

El dormitorio de reposo quedó en un absoluto silencio. Inclusive una mosca, que volaba alrededor de la lámpara que tenía al costado, dejó de zumbar. Había cometido un grave, gravísimo error. 

Maldita sea.

Sus ojos se abrieron al máximo, y se veían incluso más grandes por los lentes que funcionaron como lupas, que solo incrementaron mi temor. Sudé frío.

Sin embargo, sonrió. No entendí lo que sucedía.

—Vaya, Nick. Increíble. Ya que lo descubriste, no hay por qué ocultarte más cosas. 

—G-gracias, señor.

—Utilicé nuevamente la armadura que construimos los dos, hace casi cuarenta años. Juré que jamás la usaría nyuevamente por su altísimo poder destructivo. Pero era Hiker. Era Blane, después de tantos años lo volvía a ver, y mi ira contra él renació. Me puse la armadura y llegué. En la puerta habían dos guardias —levantó los dedos índice y medio—. Fue muy fácil vencerlos. Luego golpeé la puerta con mi puño —realizó el mismo gesto que, supongo, hizo en  aquel momento—, y la derrumbé. Te vi en el piso, pensé que habías muerto.

 —Por suerte no, señor.

—Sí, es verdad. Lancé un proyectil, y... —noté que esa era la parte más complicada para él—. Y... —lagrimeó—.... y maté a mi hermano. El proyectil lo atravesó completamente.

—Señor... yo...

—No lo sientas, Nick, además, salvaste a casi quince personas, y de haber muerto ahí, Hiker habría matado a más gente. Eres un gigantesco héroe, que luchó hasta el final. Mark ya me lo contó todo.

Noté que evitaba las lágrimas, escondiéndolas tras su agradable sonrisa. También noté que las camas, las diecinueve restantes, estaban vacías. Cuando supe que eran veinte, me di cuenta de algo extraño, que luego el señor Hiker me aclaró. Me parecía increíble, pero era cierto.

—Así que ya lo notaste también, ¿no?

—Sí, señor, pero...

—Te dejo descansar, Nick. Apenas te recuperes reinicias tus labores.

—E-Esta bien, señor.

Se alejó, dirigiéndose a la puerta, con su lento caminar de todo el tiempo. Antes de terminar de cerrar la puerta, me sonrió. Sabía lo que significaba:

Ahora pertenecía al Sector Omega.

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