Sexo en el Convento [Sin Acabar]

7. Empieza el sexo

Cuándo Azi llegó le contó al Padre Josué que Cristina había descubierto sus intereses y éste sonrío y la dijo:

-Tranquila Azahara, Cristina tiene más que esconder que todas las monjas juntas que hay aquí.

-A qué te refieres Josué, acaso has mantenido algo con ella?

-No preciosa, pero ella sí lo ha intentado...

En ese momento Azi se alejó de él, justo cuando había empezado a agarrarla. No podía creerse que Cristina su más fiel amiga había intentado tener algo con él y encima había querido impedir lo mismo de ella. Tras decirle que lo dejaran para otro día que ahora mismo tenía que hablar con Cristina, Josué la agarró con más fuerza insistiendo hasta que llegó un punto qué Azahara tuvo que imponerse fuertemente y salir corriendo pero no pensó en ello ya que tenía en la cabeza la traición de su amiga.

Llego a la habitación de Cristina dónde se hallaba llorando tumbada en la cama y la empezó gritando:

-Eres una puta! Puta! Lloras porque no te le estás follando y luego me dices a mí!- Azahara estaba muy dolida.
Cristina, sorprendida se levantó de un salto y llorando la dijo entre gritos:

- De verdad no te das cuenta? Lloraba porque te tenía aprecio y quería impedir que tuvieras relaciones con un violador! Ese hombre me forzó! Y además... Yo te quería, de una forma especial...

A Azahara se le cayó el mundo encima, acababa de descubrir la cara siniestra de aquel hombre y la pureza de su amiga a la que acaba de insultar. Sin poder evitarlo se acercó a ella y la besó en los labios intensamente. Las dos se dejaron llevar por la pasión y se acabaron quitando la ropa mientras se besaban por todo el cuerpo. Cristina comenzó haciéndole sexo oral de forma suave e intensa a la vez y en ese momento Azahara se asustó un poco pero se dejó llevar y se acabó retorciendo de placer. Acabaron haciéndoselo mutuamente hasta que se quedaron dormidas abrazadas. De madrugada Azahara se despertó, cogió su ropa y se fue a su habitación compartida con otra hermana. Estuvo reflexionando durante horas sobre lo que había pasado y mientras Cristina hizo lo mismo durante todo el día siguiente.