Esquemas
Y tú, que crees que el amor es jodido, déjame decirte que te equivocas, que no es así,
que lo jodido aquí es soportar que tus tranquilas mariposas se han convertido en abejas asesinas y te están destrozando el estómago,
es intentar dormir pero no hacerlo porque ves su imagen en tu mente cada vez que cierras los ojos.
Es disimular cuando te preguntan que por qué esa cara de gilipollas cuando miras tu móvil, y es preguntarte: "¿Y por qué yo?" si habrán mil mejores.
Es mejorar para darle lo mejor de ti y que todavía le parezca poco. Es abrir los ojos cada día y querer girarte para verle al otro lado de la cama, pero asimilar que no está. Es pensar que le has dado tu todo, que si se va te dejará sin nada y aceptarlo.
Es atreverse a decirle que por mil defectos que tenga vas a sacarle mil y una cualidad más y que no se lo crea. Es aceptar que te han vuelto a romper los esquemas cuando creías que eran irrompibles. Es perdonar cada fallo que cometa por mucho dolor que cause, es pasar noches y noches acompañados del insomnio porque una discusión suya duele tanto que escuece.
Es querer verle cada segundo, cada minuto, cada hora, cada maldito día de los 365 días del año y sentir que no vas a poder.
Lo jodido es querer que nadie más se acerque a su lado por el miedo de perderle, por sentirte inferior, es romper tu coraza por tener una mínima esperanza en que saldrá bien, al menos, esta vez sí.
Es dejar atrás los miedos, por no hacerles nacer de nuevo, es repetirte a diario –cómo si de un mantra se tratase— que no lo estás haciendo tan mal. Es arriesgarse y tirarse por el precipicio sin saber qué te esperará ahí abajo, sin saber, si puedes o no, matarte en el intento.
Y es que el amor es como un tsunami, no sabes qué casas arrasará, simplemente arrasa con todo.
Y que aquí, aquí lo jodido de todo no es el amor, es algo más complejo y complicado:
Aquí lo jodido de todo es enamorarse.
Estaciones
Quiero que seas mi invierno, todos los días de mi vida, mi mantita, mi nórdico, mi batín de terciopelo.
Quiero que después seas primavera, y ¡joder!, me des ese olor tan tuyo, que brilles con el sol y de mi mano.
Quiero que más tarde seas verano, que cualquier granizado se quede a la altura de las suelas de tus zapatos porque te prefiero a ti. Que la gente nos mire y piense: ¡Joder!, qué verano más bonito.
Quiero que después seas otoño, pero que no te caigas, quiero que las castañas te tengan envidia porque te como a ti y no a ellas. Quiero que tus ojos le hagan competencia a las hojas de los árboles aunque ellas también me pierdan.
Prisiones que enamoran
Ironía es que cuando más libre me siento es cuando me abraza, cuando me aprieta con fuerza y me pide que nunca me vaya.
Domingo, 27 de diciembre
Me encantan esas ojeras tan tuyas que esta vez me revelan que no has dormido por estar conmigo, que me dicen que si me pierdes, tú te pierdes después y que prefieres quedarte conmigo una noche sin pegar ojo, que dormir con cualquiera el resto de tu vida.
Microcuento nº10
Fue coger su mano y sentir que el frío desaparecía. Fue volver a ver sus ojos y sentir que volvía a respirar. A nacer.
Tabaco
"Yo recuerdo que fumé un cigarro en la ventana de mi habitación solo porque el sabor a tabaco me recordaba a cuando te besaba después de que hubieras fumado."
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Solo quedan trenes de ida
PoesíaY de repente, una noche empiezas a escribir aquello que siempre has necesitado sacar de ti y nunca has podido. Notas cómo la tinta dibuja las palabras en el folio; cómo los dedos presionan sin querer las letras del teclado en tu ordenador, y aparece...