Narra Ross.
Lo correcto sería... Irme, ¡¿Pero que demonios?! Tengo un jodido hombre buenisimo frente a mi dispuesto a muchas cosas. Pensé
- Te voy a dar tu merecido por dejarme. - dijo con una sonrisa pícara.
Esperaba a que se refería a darme un momento de placer.
-Oh...yo
Rob se acercó a mi lentamente y se aflojó su corbata, nos miramos fijamente y lo jale de la corbata hacia mi.
- No...esos hermosos labios ya no me pertenecen.
- Escuchame...vuelve a hacer que sean tuyos...vuelve a ser su dueño.
- Oh...Ross
Acaricié su cuello y desabroche sus botones.
Me abrazó con fuerza y besó mi cuello y lo mordió.
Solté un pequeño gemido entre placer y dolor.
Me cargó y me recostó en mi cama.
El pantalón comenzaba a lastimarme por la erección que Rob me había provocado.
Rob abrió mis piernas y bajo mi pantalón y solté un gemido.
Rosó con sus dedos mi cabeza y me quitó el bóxer de un jalón.
Comenzó a chupar mi hombría con una increíble habilidad, sentía como mi cabeza se iba lubricando cada vez más.
Lo bueno era que mi cuarto estaba bien cerrado y mis gemidos no se escuchaban.
Perecía que a Rob le gustaban mis gemidos pues con cada uno intensificaba sus movimientos orales.
Dejó de chuparlo y comenzó a subir lentamente lamiendo mi abdomen.
Nos comenzamos a besar y lo lancé a la cama...sería mi primera vez con el y pensaba ser yo el que lo penetraría.
Coloqué mi pene en su entrada y estimule su hombría con la llena de mis dedos mientras lo escuchaba gemir una y otra vez más fuerte.
Comencé a meterlo poco a poco y era bastante placentero, sentía como se iba abriendo lentamente mientras mi miembro era apretado y se sentía muy placentero.
Comencé a masajear sus pezones y sus gemidos se hicieron más fuertes.
Luego de haber metido todo lo comencé a sacar y meter de una forma rápida y excitante para ambos.
Después de un buen rato me corrí dentro de el y solté un pequeño gruñido.
Lo saqué y lo volteé para comenzarlo a besar o morder.
Bajé a sus pezones y los comencé a lamear...sabían tan ricos.
Eso encendió a Rob y soltaba unos pequeños gritos de placer, bajó su mano hasta llegar a mi pene con la erección más fuerte y firme que haya tenido.
Lo masajeo y lo jalo una y otra vez cada vez más fuerte mientras mordía un poco sus pezones evitando lastimarlo.
Rob me abrazó y caímos rendidos....¿Que hice?
Hola perdón por tardar
Tengo una nueva historia espero y les guste se llama "Mis Demonios"