He pasado tres días en el hospital, por fin ta saldré, siempre se presentaba una complicación el día de alta, estoy estable, ya no tengo de que preocuparme.
-Estás listo?
-Si.
Me levanto lentamente de la camilla y me pongo unos tenis.
-Gracias por todo doctor.
- No tienes que agradecerme.
Sonrío y tomo mi bolsa con mis pertenencias antes de entrar aquí.
- Ross.
- Ah...mande?
- Seguro que no recuerdas nada de lo que pasó?
Lo sé, debería decir lo que pasó, pero eso involucraría meterlo en problemas, y lo sé, debería pagarlos, pero lo apreció y no quiero eso...
Recuerdo su antigua forma de ser...Dios quizá nunca noté lo sexy que era, ese pelo largo rebelde, su ropa floja, y su actitud de niño malo, pero en el fondo un chico estupendo...Logan, mi chico rudo.
- No, no recuerdo nada.
- Bien, cuidate...si?
-Lo haré doctor.
Bajo las escaleras y llego a la planta baja.
Siento vibrar mi teléfono, y lo saco de la bolsa y leo el mensaje enviado.
"Me alegro que todo se haya arreglado todo entre Logan y tú, te veré pasado mañana que salgas del hospital, pásala bien con Logan"
Siento las gotas de sudor caer por mi frente, observo a lo lejos y lo veo en las sillas de la entrada, cárajo este mensaje se envió ayer...
Me alejo rápidamente y busco como loco a mi doctor.
Logro localizarlo escribiendo en una libreta en el área de comida.
-¡Roberto! Hey!
Rápidamente me localiza y corre hacia mi.
-Que sucede? Te sientes mal?!
-Lo siento, te mentí, recuerdo bien lo que pasó, fue un chico, y ahora el está aquí esperándome... Por favor tienes que ayudarme.
-Debiste decirme... Calma, yo te sacaré de aquí.
Me toma de la mano y me arrastra por los pasillos hasta llegar a un consultorio.
-Mike.
-Roberto, que gusto. Te pedí para mi cirugía, estarás?
-Mike siempre dices que me debes el que te haya preparado.
- Si...
- Es hora de pagar la deuda, atiende a mis pacientes tengo que irme, y dile al jefe que fue un asunto urgente.
- Pero Roberto, estamos saturados de personas.
- Maldición Mike, hazlo!
Tomamos el ascensor y nos dirigimos a el estacionamiento.
-Roberto, gracias.
- Por qué demonios lo hizo?
- Es difícil de explicar.
Nos subimos al auto y me abrochó el cinturón de seguridad.
Quizá soy exagerado, pero su manera de conducir es muy rápida y brusca.
-Hoy eres mi prioridad.
-Cómo?
- Ese idiota no te tocará de nuevo.
- Puedo ir a un hospital cerca.
-No- ríe por un momento- ni lo pienses. Con estos nervios puede que se altere todo.
- Presiento que Abusas de tu autoridad y superioridad de tus conocimientos.
- Mira, que listo eres.
- Tienes que regresar a trabajar.
- Lo tomaré como unas merecidas vacaciones.
- Anoche te dormiste en una camilla.
- Fue por complacer al paciente, no hay nada de malo.
- Mmm...bien...
- Tranquilo, cuidaré bien de ti, tómalo como un doctor en casa.
- Esta bien...doctor.