4. Conversando con la Pesadilla

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La noche se hizo presente con el manto oscuro y las pequeñas estrellas, Axl lo captó por las ventanas mientras salía por los pasillos. Miraba a algunos hunters quejarse de la estancia de Nightmare y otros sencillamente molestos por la rutina. Siguió trotando infantilmente pasando desapercibido, en su cabeza estaban los pasos de su plan y, lo más importante, las preguntas en un orden específico y perfecto. Nada iba a arruinar su interrogatorio, estaba todo fríamente calculado, ni siquiera por el hunter de estela azul que tanto lo molestaba... Y hablando del rey de roma, X pasaba por allí con unos informes en la mano, Axl trató de evitarlo y esquivarlo pero, en cuanto se movió, el ojiesmeralda dejó caer los papeles, culpando al pelirrojo.

- Otra vez tú. - se quejó audiblemente.- ¿Es que acaso estás buscando que me enoje?.- ante la cara de furia de X, Axl negó con la cabeza colocando sus manos al frente, buscando que se alejara.- ¡Pero si es lo único que haces, imbécil!.

- No me pegues.- susurró el pequeño cubriendo su rostro.

Pero era como si el pequeño pelirrojo tuviese un ángel guardian para donde quiera que andaba. Antes de que X le propinara un golpe, se quedó quieto y lentamente fue bajando su puño. Axl apartó una de sus manitas de su rostro para ver un petrificado X, veía horrorizado al frente. El pequeño pelirrojo miró a la misma dirección para ver a Zero mirando de manera seria y amenazante a X.

- Z-Zero... - tragó saliva el ojiverde mayor.

- ¿Qué tanto haces, X? ¿No tienes un informe que hacer...?.

- Axl tiró...

- Si no los levantas, haré que los levantes con la boca ¿Te quedó claro?.

X ni siquiera le respondió, torpemente, recogió los papeles y salió corriendo a su destino. Agradecía que lo haya salvado, al menos, no llegaría hecho un desastre a su entrevista.

- Axl, a dormir.- ordenó el rubio.

- Eh... sí, papá.

- Pero ya.- replicó Zero. Axl miró que otros hunters pasaban a su lado bostezando por el cansancio.

-Te voy siguiendo, em... yo... eh... voy por agua para Red.

No se iba a quitar fácil a Zero, sabía que lo esperaría hasta que se metiera a su habitación, así el rubio lo haría. Lo único que podía hacer era ir a su habitación y, en medio de la noche, salir a la celda de aislamiento. En cuanto tuvó un pequeño vaso con agua, se dirigió a su respectiva recámara pero al entrar notó que el ojiazul también entró con él. ¿Qué iría a hacer? ¿Lo sabía? ¿Sospechaba? ¿Qué pasaba en ese instante?, sacudió la cabeza y dejó el agua en el pequeño plato de su gato que inmeditamente se acercó a beber. Zero estaba recargado de la puerta cerrada mientras Axl trató, lo más natural posible, ponerse cómodo para descanzar. Se estiró y alargó la manta para recostarse; en cuanto fue a subir el cálido pedazo de tela, ya las manos del mayor le habían ganado y lo arropaban hasta el cuello con mucho cuidado, Zero apartó la vista de la manta para posarla en su pequeño y regalarle una sonrisa paterna muy especial.

- Gracias, papá... - susurró el chico de la cicatriz, adornando su rostro con una sonrisa. Sí, Zero podía aceptar que le gustaba que lo llamara así.

- A dormir, mañana vamos a Machine Forest, no lo olvides.- recordó el rubio. El pelirrojo asintió y se acomodó de costado para dormir.

El rubio se quedó unos minutos más mientras veía la tierna expresión de su hijo durmiendo tranquilamente. Esbozó una sonrisa al verlo tan quietesito, era un encanto aunque no se lo dijera verbalmente. Finalmente, salió de la habitación para ir y dormir a su cama; todos estaban tensos por Nightmare. Queria asociar el comportamiento de X a la llegada del virus pero aquello sonaba imposible. Lo vio con sus propios ojos, queriendo golpear a su niño. Si lo volvía a ver, lo convertiría en juguete para los lobos sarnosos de Élan.

Herida De La Pesadilla {Collab W/ Mz.Prime} [Megaman X] (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora