Capitulo 1

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Me despierto por el sonido de mi alarma, veo que marca las 8:00 de la mañana, me levanto y me cambio lo más rápido que puedo, me pongo unos jeans deportivos una blusa de manga larga también deportivo y un suéter ya que hace un poco de frío ya que es temprano, tomó mis patines y bajo hacia la cocina y veo a mi madre sentada desayunando un cereal.
-Hola Mia - me saluda.
-Hola- le regresó el saludo. Tomó una manzana del frutero y le doy una mordida y me voy directo a la puerta principal.
-No llegues tarde- me dice mi madre antes de salir de casa le grito que sí y salgo corriendo por mi bicicleta. Me subo en ella y empiezo a pedalear hasta la pista de patinar de la pequeña ciudad en donde vivo. Cuando llegó aparcó mi bici y la sello con un candado. Me meto al edificio, busco los vestidores y me cambio mis botas por los patines, guardo mi mochila en el casillero que tengo, me dirijo rápido a la pista. Son vacaciones de verano y la gente prefiere venir más tarde, los entrenamientos empiezan después de las 2 así que tengo toda la mañana libre hasta que la gente llegue. Una ves en el hielo Lorenzo pone música al verme dentro, Lorenzo es el que ayuda con la música en los programs de los entrenamientos o en las competencias, me ha dicho que pondrá  música cada ves que venga para que no fuera tan molesto usar mis audífonos y mi celular, así no me estaría preocupando por caerme y romperlo. Suena la canción de Heroes de Alesso y empiezo a patinar, sumergida en mis pensamientos y en la música sin darme cuenta las horas pasan, me voy dando cuenta ya que la pista cada ves se va llenando más de personas. La música sigue y sigo patinando moviéndome entre la gente para no chocar con alguien. La música se corta y empiezan los programas de los entrenamientos así que esto me avisa que ya es hora de irme. Salgo de la pista y me pongo el protector para las cuchillas, me voy a los vestidores sacó mi maleta del casillero, me quito los patines y los guardo en la mochila y me pongo las botas, salgo para ir por la bicicleta una vez que ya estoy ahí le quitó el candado lo guardo en mi mochila y me voy a casa lo más rápido que puedo ya que ya es un poco tarde.

Desconocido POV
La entrenadora Carriedo me muestra el edificio entero, mostrándome los vestidores, los trofeos de ella y los de las demás patinadoras que entrenan aquí. Nos dirigimos a su oficina ya después de dar el recorrido, cuando entramos a la oficina lo primero que veo es la enorme ventana que da a la pista de hielo, ella toma a siento en la silla detrás de su escritorio.
- ¿ Qué te parece Marcus?-  dice feliz poniendo sus codos sobre el escritorio recargando su barbilla en sus manos.
Me acerco a la enorme ventana y me doy cuenta de que hay alguien en la pista, la música resuena y me quedo mirando a la chica sin saber qué hacer, es magnífica, intenta hacer algunos saltos, no todos le salen bien y otros están más que perfectos. Me sorprendo porque tengo a un lado a Clarisa ya  que no me había dado cuenta hasta que me ha tocado el brazo. Me volteo repentinamente a su dirección saliendo de mi transe.
- ¿Marcus me has escuchado?- me dice Clarisa. Pero no le hago caso.
- ¿Quién es ella?- le preguntó refiriéndome a la chica de la pista. Clarisa sigue mi mirada y voltea a la ventana.- no me digas que ella es tu hija.
- No, claro que no- dice rápidamente.- Ella es Mía Taylor, es una chica que viene cada día a patinar, nunca falla.- Las últimas palabras las dice con orgullo.
- ¿ Y practica contigo? ¿ A ganado algo?- pregunté desesperado.
- No ella no entrena conmigo.- noto un poco de decepción escondida en su voz.
-¿Entonces con quien?- preguntó.
- Ella no tiene entrenador, ella solo toma esto como un pasatiempo, aunque se podría decir que es un desperdicio de talento.- dice encogiéndose de hombros. Realmente es un desperdicio de talento. Veo que la música cambia y su baile también cambia son diferentes rutinas, como si fueran diferentes programas.
- Te haré una propuesta - digo con entusiasmo. Ella me voltea a ver sorprendida.- Dentro de un mes vendré a ver los avances de las chicas y quiero que para esto esa chica- señaló a la ventana en la cual muestra a Mia- entre como una estudiante de este instituto si le podemos llamar así.
Ella me mira boca abierta ya que esto es que he decidido que este sea el instituto que entre en el concurso.
- Nos vemos, estaré por una semana aquí así que veré a las demás chicas, al igual que su hija, no me falle.
- Si te lo prometo- dice Clarisa todavía en shock. Me despido y me voy a observar a Mía, bajo las escaleras y me quedo un rato en las gradas de arriba para que ella no me vea. Veo que se divierte haciendo eso, aunque lo hace con pasión, no se presiona y hace que este deporte parezca fácil. Cuando se cae no se enoja, si hace caras de dolor pero normalmente se ríe. La gente va llegando y ella no se presiona pero ya no hace ningún salto, solo se pasea por la pista. Así que veo a las demás chicas ya que no solo la puedo verla a ella y no puedo poner toda mi atención y confianza en una chica, también debo de saber con qué atacar a la federación de patinaje. Cuando trato de ver a Mia entre las demás patinadoras no la encuentro, ella se ha ido.
Nota de la autora.
A Mia me la imagino cómo la campeona olímpica Adelina Sotnikova.

Ice DreamingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora